La montaña de deuda de Audasa: capta en el mercado casi 200 millones en obligaciones
La concesionaria de la AP-9, que cerró 2022 con un beneficio récord de 66 millones de euros, cuenta con unos pasivos financieros por valor de más de 1.120 millones
Nueva cita de Audasa con los mercados. La concesionaria de la Autopista del Atlántico (AP-9) ha comunicado a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) del cierre con éxito de su última emisión de obligaciones.
«Se han suscrito 360.593 valores, que representan el 93,418% del importe máximo de la emisión, por tanto, no se precisa realizar prorrateo, adjudicándose, en consecuencia, a los suscriptores la totalidad del importe solicitado», apunta la compañía. Audasa se refiere a la emisión para captar hasta 193 millones de euros que puso en marcha a comienzos de este mes de junio para reforzar su posición financiera.
El tipo de interés nominal (cupón) aplicable a la emisión es del 4,40%. El volumen de compra mínimo para esta emisión con vencimiento a 26 de junio de 2030 era de 25.000 euros por orden de compra, según reconocía la compañía en el folleto de esta emisión en la que figura Empresa Nacional de Autopistas (ENA Infraestructuras) como garante.
La avalancha de deuda de Audasa
Audasa se ha visto a recurrir a una nueva emisión de obligaciones ante su elevado endeudamiento. No en vano, la compañía contaba al cierre de 2022 con unos pasivos financieros por valor de 1.124 millones de euros (apenas 10 millones menos que el ejercicio anterior). De esta cantidad, casi la mitad (531,7 millones) se corresponden a «obligaciones y otros valores negociables».
A ellos se suman un total de 150 millones de euros en deudas con entidades de crédito después de haber suscrito un préstamo sindicado por valor de 400 millones de euros en abril de 2020 del que queda un saldo vivo de 85 millones de euros tras las sucesivas amortizaciones.
Las deudas de la compañía multiplican por siete a los 171,8 millones de euros a los que ascendió su facturación a lo largo de un 2022 de récord. No en vano, sus ingresos por peajes se elevaron un 14,3% tras registrar un tráfico de 24.561 vehículos por día que, sin embargo, se queda un 9,1% por debajo del registrado en 2007, ejercicio en el que alcanzó su récord.
Audasa generó el 71,2% de la facturación de todo el grupo Itínere (242,1 millones de euros). Este empujón a su cifra de negocio se trasladó a un beneficio neto que se disparó un 30%, hasta los 66,1 millones de euros, pese a la losa de los 16,9 millones que se anotó solo en gastos financieros.
Cuentas pendientes con las administraciones
Pese a estas ganancias récord, Audasa todavía tiene cuentas pendientes con la administración. Y es que la compañía arrancó el año pasado una reclamación por la vía de lo contencioso-administrativo tras no haber obtenido una favorable por parte del Ministerio de Transportes respecto a su petición compensaciones por la caída del tráfico por la pandemia. Audasa cifró en 46 millones de euros el golpe a sus cuentas consecuencia de las sucesivas restricciones de movilidad.
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Además, la concesionaria de la AP-9 mantiene un particular contador. La firma cifraba al cierre de 2022en 338 millones de euros el saldo a compensar por parte del Gobierno por las inversiones y los descuentos efectuados a lo largo de los últimos años en la principal autopista gallega.
En paralelo, la compañía también ha echado cuentas sobre las compensaciones que debería recibir en el caso de que Bruselas declare contraria a derecho su última prórroga en la concesión. Audasa avanzó a través de un comunicado a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) que, en el caso de que el expediente abierto a España se salde con una finalización de la concesión, reclamaría una cantidad de un importe significativamente superior a los 1.034 millones de euros. Esta cifra es a la que asciende la deuda financiera neta de la entidad como consecuencia de las inversiones llevadas a cabo en esta infraestructura.