La moda huye de China: Uniqlo, el ‘Zara japonés’, advierte de una caída brusca de beneficios
Fast Retailing, el dueño de Uniqlo, cree que en China, y “debido al Covid y otros factores”, los ingresos disminuirán este 2022 “y las ganancias operativas caerán drásticamente”
Cara y cruz en los resultados semestrales de Fast Retailing, la matriz de Uniqlo, el conocido como el Zara japonés. El grupo de Tadashi Yanai cerró su primer semestre fiscal, de septiembre a febrero, con un aumento de sus ventas de un 1,3%, pero con los beneficios disparados un 38,7% hasta los 146.800 millones de yenes, unos 1.050 millones de euros al cambio. Sin embargo, a pesar de las previsiones de crecimiento del grupo debido a su buen desempeño en sus mercados internacionales, llama la atención sobre China, una plaza que desde el estallido del Covid se ha vuelto más complicada para las grandes firmas del retail.
El gigante japonés espera cerrar su año fiscal en agosto con un crecimiento de las ventas de un 3,1% y de los beneficios de un 11,9%. En la primera mitad de su ejercicio, los ingresos del grupo en Japón retrocedieron un 10,2% mientras que en el resto del mundo (lo que denomina Uniqlo Internacional a la hora de presentar resultados) se incrementaron un 13,7% gracias al buen desempeño de los mercados del sur de Asia, Oceanía, Norteamérica y Europa.
Caída «drástica»
Si bien el grupo cree que estos mercados seguirán creciendo en la segunda mitad de su año fiscal, llama la atención sobre la situación en la China continental debido a las nuevas restricciones por el Covid. “Al desglosar las estimaciones de Uniqlo Internacional por ubicación geográfica, esperamos que los ingresos de todo el año de la región de la Gran China disminuyan. Las ganancias operativas caerán drásticamente debido a las restricciones de Covid y otros factores”, apuntan.
Lo cierto es que el peso de este mercado es muy importante para Uniqlo, que cuenta con unas 863 tiendas en la China continental y unos 90 puntos de venta, según Reuters, en la zona de Shanghái, en donde se lleva a cabo un confinamiento severo.
“En Europa, esperamos que tanto en el Reino Unido como en el bloque de la UE se genere un gran aumento en los ingresos, logrando un margen de beneficio operativo de aproximadamente el 10%”, destacan los de Fast Retailing, que indican que será en su segundo semestre, a partir de febrero, cuando el cierre de sus tiendas en Rusia tenga un impacto en las cuentas.
Al margen de sus resultados semestrales, esta última presentación de resultados de Fast Retailing es especialmente relevante ya que se trata del primer grupo textil que llama la atención sobre la situación actual en el mercado chino y cómo, de nuevo, las restricciones impactarán en su negocio.
Las dificultades de la moda en China
No obstante, hay que tener en cuenta que muchas de las grandes compañías occidentales ya han experimentado un repliegue en China tras la pandemia. En el caso de Inditex, el grupo de la familia Ortega cerró el año fiscal 2021 con un beneficio antes de impuestos de 198 millones de euros en el país asiático. Es una magnitud considerable, teniendo en cuenta que sus ganancias se derrumbaron hasta el millón de euros en 2020. Sin embargo, están muy por debajo de los 375 millones de euros de la prepandemia.
Además, su red también sufrió un considerable recorte ya que, a comienzos de 2021, echó el cierre a los establecimientos físicos de Stradivarius, Bershka y Pull&Bear en el país.
Su gran rival, la sueca H&M, también ha experimentado un notable retroceso en establecimientos. El número de tiendas del grupo alcanzó su máximo en 2018, cuando llegó a las 558, un 13% del total. Sin embargo, en 2021 el número descendió a 445, representando un 10%. En sus últimos informes, los analistas han advertido sobre el desafío que este mercado supone para el grupo, teniendo en cuenta que el año pasado tuvo que lidiar contra un boicot de consumo tras plantear su preocupación sobre el supuesto uso de mano de obra forzada en la producción de algodón.