La minera de Varilongo ‘debuta’ este año con una planta piloto para procesar wolframio
Rafaella Resources construirá una planta piloto este año para realizar sus primeras pruebas con el wolframio de Varilongo antes de iniciar la producción a gran escala en 2022
Rafaella Resources quema etapas de cara a la reapertura de la emblemática mina de Varilongo. La compañía ha remitido un comunicado al regulador de la bolsa australiana en el que asegura que, antes de comenzar la extracción y producción de wolframio a gran escala (algo que se prevé que ocurra entre finales de este año y comienzos de 2022), pondrá en marcha una “planta piloto” como primera toma de contacto.
“La compañía está buscando poner en servicio una planta piloto para tratar el mineral subterráneo antes de construir las instalaciones principales de procesado. Esto permitirá a la compañía que se beneficie de lograr flujos de caja con brevedad y entender mejor las características de procesado de este mineral”, recalca la compañía, que desmantelará la actual planta de tratamiento de esta mina que permanece sin uso desde que Coparex pusiese fin a sus operaciones en el año 1985.
La planta de tratamiento existente será desmantelada y eliminada y sustituida primero por otra piloto para, ya en 2022, instalar la definitiva, a la que dedicará una inversión de 5,9 millones de euros. Por ella pasarán las cerca de entre 150.000 y 200.000 toneladas anuales de «minerales de grado superior» que se extraerán de la mina (en su mayoría, estaño y wolframio) a través de las cuales la compañía podría llegar a facturar hasta 160 millones de euros al año.
Hasta 160 millones en facturación
Según revelaba la compañía en un documento remitido a la bolsa australiana, su escenario base pasa por facturar 117 millones de dólares (unos 97 millones de euros) con las ventas totales de minerales de la mina y, además, cosechar un ebitda cercano a los 47,4 millones de dólares (39,5 millones de euros) a lo largo del próximo lustro.
Sin embargo, bajo una perspectiva que la propia minera de Varilongo define como «optimista», estas cifras podrían dispararse hasta los 158 millones de euros de ingresos y los 75,4 millones de euros de ebitda en el caso de que la cotización internacional del wolframio y el estaño acompañen y, además, se amplíe el ciclo de vida de la mina de los cinco hasta los seis años.
Ampliación a partir de 2023
Rafaella Resources, que hace dos años se hizo con los derechos de explotación de la mina tras comprar Galicia Tin & Tungsten, prevé iniciar las ventas de minerales de Varilongo ya este año (aunque a pequeña escala) para alcanzar unos ingresos por valor de 28 millones de dólares (unos 23 millones de euros) en 2022 y otros 24 millones de dólares en 2023, año en el que activará la segunda fase de su hoja de ruta.
Será entonces cuando la firma ponga en marcha, una vez obtenidos los nuevos permisos, su plan para «expandir operaciones» y poder extraer mineral procedente de otra mina a cielo abierto en Varilongo. «Esta solicitud de permisos debe incluir una nueva evaluación de impacto ambiental ya que afecta a un nuevo área. Parte de los trabajos para la evaluación de impacto ambiental y otros proyectos ya han comenzado para acortar el calendario de permisos», aseguraba recientemente la compañía.