EDP enseña el camino a Endesa: reconvierte sus térmicas al hidrógeno
EDP pone en marcha un proyecto piloto para que sus térmicas de Portugal y Asturias produzcan hidrógeno, una alternativa para la térmica de As Pontes
Endesa y las administraciones públicas buscan una alternativa que permita a la compañía evitar el cierre de la central térmica de As Pontes después del proceso de descarbonización. La situación es complicada: la firma, propiedad de la italiana Enel, anunció a finales del mes pasado que iba a acelerar la eliminación del carbón de su mix de generación. Su intención es la de no alargar más allá de 2022 la vida de las centrales que posee en Galicia y Almería. Además, en junio del año que viene está previsto que las que posee en León y Teruel echen el cierre.
En medio de esta situación, parece que la portuguesa EDP se ha adelantado en cuanto a la búsqueda de alternativas al carbón. La compañía tiene en marcha un proyecto piloto de hidrógeno con almacenamiento en la central de ciclo combinado que posee en Ribatejo (Portugal). Además, y según publican medios asturianos, si el proyecto tiene éxito lo exportará a las centrales que posee en el Principado, concretamente las térmicas de Aboño y Soto del Ribera, que se encuentran en situación similar a Endesa As Pontes.
Una alternativa aún desconocida
La alternativa aún está en una fase experimental. De momento, de todas las posibilidadesque se han enumerado de forma pública desde Endesa, esta nunca se había barajado. De forma oficial, no obstante, desde la térmica rechazan hacer cualquier tipo de consideración sobre posibles alternativas al cierre de la factoría coruñesa y recuerdan que, en este momento, y tal y como quedó comprometido en la última reunión en el Ministerio de la Transición Ecológica, se analiza, por segunda vez, el uso de combustibles alternativos procedentes de biomasa en lugar de carbón.
En el ayuntamiento de As Pontes, gobernado por el socialista Valentín González Formoso, también apuestan por una alternativa ligada a la biomasa y la energía renovable que sea capaz de impedir el cierre. La próxima reunión en la mesa ministerial de seguimiento del proceso de descarbonización de Endesa, y en la que están sentados tanto representantes del ejecutivo central como de la Xunta, del ayuntamiento de As Pontes y de la propia empresa, tendrá lugar en enero.
No obstante, desde el sector sindical sí se conoce la alternativa del hidrógeno. «Es una de las diversas posibilidades que Bruselas plantea para las térmicas», explica Alberte Amado, quien cree que esta vía es otra más de las que podría tener cabida en As Pontes, teniendo en cuenta las características del territorio gallego. «Entendemos, no obstante, que llevar a cabo esta reconversión es una apuesta a medio plazo«, comenta.
La propuesta de EDP
La propuesta de EDP fue anunciada por la compañía este mismo mes de diciembre. Su intención es la de producir hidrógeno en la central que posee en Ribatejo. Apoyado por la Unión Europea, el proyecto se iniciará a principios de 2020, mientras que en 2022 se acometerá la construcción de la parte de demostración en la central de ciclo combinado.
“Con un electrolizador con capacidad instalada de 1MW y 12 MWh de capacidad de almacenamiento, este piloto será una referencia y uno de los proyectos más grandes de esta naturaleza en Portugal. Esta será sin duda la tecnología del futuro para la producción de hidrógeno, que permitirá el uso de energías renovables, y esencial para que Portugal logre los objetivos de neutralidad de carbono antes del año 2050”, indica la compañía.
Las diferencias entre EDP y Endesa
Pero, además de en Portugal, la compañía parece dispuesta a exportar su modelo a las térmicas que posee en Asturias, concretamente en Soto de Ribera y Aboño. El pasado mes de marzo, EDP indicó su intención de cerrar el grupo I de la central térmica de carbón en Aboño y continuar con el funcionamiento de Aboño II y de Soto de Ribera, en donde realizó millonarias inversiones para adaptarlas a la nueva normativa ambiental. EDP invirtió 90 millones de euros en las plantas de desnitrificación de Soto de Ribera y Aboño. Por otro lado, y según ha explicado al gobierno de Asturias, la compañía pretende impulsar en la comunidad, en paralelo, un parque eólico marino y flotante frente a la costa asturiana.
Sí es cierto que la centrales de asturianas y la gallega difieren en tamaño. El grupo II de la central de Aboño, el que se mantiene, posee una capacidad de 556 MW, mientras que el de Soto de Ribera posee 361. La de As Pontes, por su parte, posee una capacidad de 1.468 MW y usa carbón de importación. En su caso, Endesa llevó a cabo inversiones por valor de cerca de 200 millones de euros para garantizar que pudiera seguir funcionando como máximo hasta 2030 un extremo que, al menos en las condiciones actuales, no se llevará a cabo.
El ‘Plan B’ de As Pontes
La nueva vía ‘portuguesa’ surge mientras que en As Pontes se vuelve a estudiar la posibilidad de emplear biomasa forestal como alternativa a la descarbonización. Aunque Endesa se comprometió en la pasada reunión del Ministerio de Transición Ecológica a volver a evaluar los resultados económicos y medioambientales de emplear lodos u otros combustibles en la planta gallega, distintas fuentes conocedoras de las negociaciones aseguran, no obstante, que esta posibilidad es poco factible. «Efectivamente, es tecnicamente posible la mezcla de esta biomasa con carbón. No obstante, tiene una serie de inconvenientes considerables. En primer lugar, genera nuevas emisiones, como es el caso del mercurio, también genera problemas en las calderas de la térmica y, por otro lado, continúa siendo muy poco rentable», explican.