La industria de la madera se desconecta de las eléctricas
Aserraderos y fábricas de muebles gallegas apuestan por el autoconsumo y llenan sus cubiertas de paneles solares fotovoltaicos de alta eficiencia
Por respeto al medio ambiente o por economía, la cuestión es que dentro de unos años será difícil sobrevolar Galicia sin ver las cubiertas de las empresas de primera transformación de la madera cubiertas por cientos de paneles solares. En la actualidad, más de una veintena de aserraderos ya disponen de este sistema para autoabastecerse de energía y cada vez son más.
Fernando Romero, gerente de EDF Solar, una empresa gallega líder nacional en instalaciones de autoconsumo, confía en cubrir en el próximo año las cubiertas de todas las empresas de primera transformación, pero también trabaja en proyectos para fábricas de muebles y, ya fuera del sector, para granjas, gasolineras, bodegas y todo tipo de instalaciones industriales.
Desmontando mitos
Romero reconoce que todavía hay muchos mitos respecto a la energía solar. El primero de ellos, el del famoso impuesto al sol de un Real Decreto que, como explica, «nunca se aplicó porque no está reglamentado». En cualquier caso, señala que los precios de instalación –1 euro el vatio– han bajado un 80% desde 2010 y las instalaciones se amortizan en 5 años. «Aunque hubiese impuesto al sol seguirían siendo rentables», apunta.
En los aserraderos, dependiendo de la hora del día, las placas solares pueden generar entre el 50 y el 70% del consumo de media gracias a los paneles de 300 vatios de alta eficiencia que instala esta compañía. Además, el gerente de EDF Solar explica que, en el caso de los secaderos, que funcionan normalmente los fines de semana, los paneles pueden llegar a cubrir entre el 80% y el 100% del consumo.
Nuevos proyectos
En la actualidad, la empresa tiene en marcha 30 proyectos que suman una potencia instalada de 4,5 megavatios, aunque a final de año confían en alcanzar los 8. En casi una década de vida, EDF Solar ha puesto en marcha 219 instalaciones de autoconsumo (24 fuera de Galicia). A Fernando Romero le gustaría buscar una solución para toda la energía que dejan de producir –el sistema se inhibe cuando produce más de lo que se está consumiendo–, como por ejemplo ofrecérsela a cooperativas de comercialización como Som Energía o la gallega Nosa Enerxía.
De momento, su principal objetivo es «que la gente vea que esto es rentable y que hay otra forma de de generar energía sin pasar por el aro de los mismos de siempre».