La “indignación” de las víctimas de Angrois llega a la sede de Enagás
Una docena de afectados por el accidente de tren de Santiago protestan en la sede de Enagás contra el nombramiento de José Blanco como consejero
Una “puerta giratoria de la vergüenza”. Ese es el diagnóstico que hace la plataforma de afectados por el accidente ferroviario de Santiago, en el que murieron 81 personas. Una docena de personas, representantes de este colectivo, se concentraron este martes frente a la sede de Enagás en Madrid contra lo que consideran una “afrenta”, el nombramiento del ex ministro de Fomento, José Blanco, como consejero de la compañía.
El portavoz de las víctimas del Alvia, Jesús Domínguez, aseguró que la protesta quiere mostrar el «rechazo e indignación» por el reconocimiento con un «puesto bien remunerado» al exministro de Fomento, en vez de «asumir sus responsabilidades» por lo sucedido en la tragedia ferroviaria.
Domínguez explica que durante la protesta se han acercado transeúntes hasta los manifestantes para conocer sus reivindicaciones. Señala que se han reunido una docena de personas debido a las restricciones por el coronavirus y las dificultades para el desplazamiento.
La responsabilidad de José Blanco
José Blanco fue el cargo público que validó la puesta en funcionamiento de la línea de alta velocidad de Ourense a Santiago y también la que autorizó el cambio en el trazado original, que suprimía el sistema de seguridad más avanzado (ERTMS) en el tramo en el que descarriló el tren.
Por ello, las víctimas entienden que es una falta de respeto a los fallecidos en la línea que el exministro socialista había inaugurado año y medio antes. Así lo relata la plataforma de víctimas en misivas que han remitido a todo el consejo de administración de Enagás.
«El Estado es su mayor accionista y el propio presidente del Gobierno ha reconocido que el nombramiento ha sido político. Es inaceptable que, en vez de hacerle asumir sus responsabilidades, se le premia con grandes puestos, bien remunerados y con alta responsabilidad«, dicen las cartas.