La guerra de Ucrania dispara los precios eléctricos y complica el cierre de As Pontes

España presiona en Europa para que intervenga en los precios de la energía a solo unos meses del cierre previsto por Endesa para As Pontes

José Bogas, consejero delegado de Endesa / Endesa

José Bogas, consejero delegado de Endesa / Endesa

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La economía tirita con las bombas rusas. Bastó un día para comprobarlo. En pleno ataque de pánico, los mercados europeos abrieron este lunes con fuertes caídas de hasta el 6% en Milán y del 5% en París o Madrid. El batacazo de primera hora acabó en susto, moderado por la tercera ronda de negociaciones entre Rusia y Ucrania y el freno en la escalada de precios del petróleo. Volatilidad y nerviosismo, en todo caso.

Y no es para menos. La factura de la luz tocará techo este martes con 545 euros MWh, el precio más alto de la historia y un 23,15% más que el lunes, a causa de la escalada del gas natural por la invasión de Ucrania. En un año, el coste del megavatio se ha multiplicado por diez.

Plan de choque

El descontrol del mercado eléctrico empuja al Gobierno a sopesar medidas drásticas para contener la factura. También en el marco europeo, donde ya el año pasado pidió la intervención de Bruselas sin demasiado éxito, pero contando ahora con la baza de Putin, cuyo ataque ha puesto en revisión el sistema de abastecimiento. Rusia es el mayor proveedor de gas de Europa y uno de los principales suministradores de petróleo.

Curiosamente, las demandas del Ejecutivo para contener los precios de la luz, por ejemplo, con medidas fiscales a las eléctricas o desligando el gas de los precios del pool, coincide con el cierre de centrales de generación en Galicia. Concretamente, con el de la última térmica, la de Endesa en As Pontes.

Actividad en As Pontes hasta mayo

La central se reactivó el año pasado ante la crisis energética, fletando barcos de carbón para volver a encenderse y contribuir al mix de generación con energía más barata que la que se estaba comercializando. Desde entonces continúa activa, aunque ya solicitó el permiso necesario para su desmantelamiento.

En la presentación de resultados, el consejero delegado de Endesa, José Bogas, apuntó que preveía tener luz verde para el cierre definitivo en As Pontes antes de finalizar julio. Actualmente, las instalaciones no están operando debido a una avería, pero volverán a producir en cuanto puedan ya que tiene carbón almacenado.

En reserva hay otros dos buques de carga que prolongarán la actividad al menos hasta mayo. El grupo tiene previsto parar ese mes, cuando vencen los contratos con transportistas y personal. Con el escenario actual de precios, la producción de la térmica gallega entra con facilidad en el mercado.

¿Más barcos y más térmica?

Sin embargo, el actual escenario aconseja exactamente lo contrario a un cierre. Si la central se activó por una virulenta escalada de precios, carece de coherencia que se apague con la misma situación, pero agravada. A esto se suma que solo hay otra central reactivada, la de EDP en Cádiz, pero que ya tiene aprobado su cierre, por lo que las instalaciones gallegas serían las únicas cuya vida el Ejecutivo podría alargar.

Fuentes del sector consideran probable que la actividad se prolongue más allá de mayo e incluso hablan no de dos, sino de seis barcos de carbón que permitirían continuar quemando en la planta coruñesa. De su funcionamiento depende buena parte de la dinámica económica de la comarca, sin contar el impacto directo en 170 trabajadores y en los transportistas y empresas auxiliares.

Sin embargo, la prolongación indefinida de la térmica tampoco es posible, cuando menos, no sin que Endesa acceda a realizar inversiones para mantener eficientes y en buen estado unas instalaciones que hace unos años atrás el Ejecutivo le invitó a cerrar.

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