La gran distribución de EEUU desembarca en España tras el varapalo francés
Costco tira la toalla en el país vecino por las trabas impositivas y escoge Sevilla para empezar su conquista de la Europa Continental con un modelo de negocio revolucionario
Costco, una de las grandes cadenas de distribución estadounidenses, acaba de irrumpir en España. Lo ha hecho con la apertura, en Sevilla, de su primer hipermercado en la Europa Continental tras las trabas impuestas en Francia. En verano, abrirá el segundo en Madrid. De momento, su cuota de mercado no va a inquietar a las grandes cadenas nacionales, pero todas mirarán su evolución con cierto recelo, al tratarse de un invitado que juega con unas cartas totalmente diferentes.
Las que, gracias al adelanto de una cuota anual por parte de los clientes –solo los socios pueden comprar– permite a la empresa negociar precios con las primeras marcas inferiores a los que ofrece la competencia. Así que sin socios no hay negocio. En Sevilla han sido 15.000 los que han dado el paso en las semanas previas a la apertura del pasado jueves.
Producto selecto y menos marca blanca
Se trata de pasar los ahorros a los socios-clientes manteniendo bajos los costes, aun a costa de reducir los márgenes brutos, por debajo del 15% que manejan sus rivales en Estados Unidos y muy inferior al 20% que se baraja en España. En cuanto al surtido, reducido prácticamente a la mitad de las referencias que ofrecen los supermercados de tamaño medio en España y con una cota muy baja de marcas blancas.
Como el resto de las cadenas que operan en España, también tendrá Costco que ver cómo influyen en su modelo de negocio los nuevos hábitos de compra que la situación económica ha provocado. De acudir una vez a la semana a los hipermercados y llenar un carro a hacerlo cada día a los supermercados o tiendas de proximidad próximas para tratar de controlar el gasto. Y también si es capaz de adaptar su oferta a los distintos perfiles de consumidores, con una reducción de familias de más de cuatro miembros y el aumento de hogares monoparentales y singles.
A pesar de manejar márgenes de negocio más reducidos que los de sus competidores, los datos parecen demostrar que el modelo funciona, tanto en Estados Unidos, como en países como Canadá, México, Reino Unido, Australia o Japón.
Adelanto de 1.700 millones
Los socios-clientes aportaron, en el ejercicio fiscal cerrado en septiembre de 2013, casi 1.700 millones de euros –los primeros 15.000 socios sevillanos han adelantado cerca de 500.000 euros antes de la apertura–, y se gastaron más de 100.000 millones en las compras realizadas en los 640 hipermercados de la cadena. Con todo, el beneficio se elevó hasta los 1.500 millones de euros. De media, tanto sus ventas como sus beneficios han crecido un 15% desde que, en marzo de 2009, la economía estadounidense tocara fondo.
La razón de elegir Sevilla como primera opción se debe al crecimiento de población experimentado en los últimos años, con un millón de habitantes en un radio máximo de media hora en coche del centro situado en el parque comercial Higuerón Sur, una zona empresarial en expansión situada al norte de la capital hispalense.
También la mayor celeridad en las negociaciones administrativas para su implantación han pesado hecho lo suyo. Todo lo que en Francia habían sido trabas –con los Carrefour, Auchan o Leclerc moviendo los hilos para que Costco no se decante por la que era su primera opción en el Continente europeo–, se convirtieron en facilidades en Sevilla.
Consumo débil
La llegada de Costco a España coincide con un momento en el que el consumo sigue siendo muy débil y generando dudas acerca de su evolución futura. El año pasado, los casi 17 millones de hogares se gastaron una media de 4.560 euros en compras, de los que 3.600 fueron para alimentación.