La empresa del bus urbano de A Coruña gana 30 veces más que la de Vigo
La Compañía de Tranvías cerró 2018 con un beneficio de 3,7 millones de euros, frente a los 127.000 euros de Vitrasa
La Compañía de Tranvías de A Coruña se ha convertido, a tenor de los resultados, en la empresa reina del transporte urbano de Galicia. A pesar de los litigios que mantiene con el ayuntamiento herculino, la concesión de los servicios del bus dentro de la ciudad reporta a la empresa pilotada por la familia Prada millonarios beneficios anuales. En concreto, y según las cuentas presentadas ante el registro mercantil, el pasado año, la firma coruñesa ganó casi 30 veces que su homóloga en Vigo, Vitrasa.
La Compañía de Tranvías cerró el pasado ejercicio con un beneficio de 3,7 millones de euros, un 14% menos, eso sí, que los 4,3 millones de euros sumados en 2017. El resultado de explotación, por su parte, se elevó sobre los 5,3 millones de euros.
Caída de Vitrasa
Los resultados de la concesionaria coruñesa distan bastante de los acuñados por Vitrasa, empresa encargada del transporte urbano en la ciudad olívica que forma parte de Avanza, grupo empresarial que, solo en España, realiza actividades de transporte de pasajeros en 41 ciudades. La firma acabó 2018 con unos beneficios de poco más de 127.000 euros. Si bien es cierto que las ganancias de Vitrasa disminuyeron de forma notable durante el pasado ejercicio, la realidad es que, en años anteriores, las cifras seguían dando el podio empresarial a la Compañía de Tranvías, por lo menos en cuanto a resultados. En 2017 Vitrasa ganó 1,5 millones de euros. Sin embargo, ese año, la concesionaria coruñesa de transporte urbano consiguió un resultado de 4,3 millones de euros, casi tres veces más.
Tanto en el caso de A Coruña como en el de Vigo, los respectivos ayuntamientos aportan a sus concesionarias un canon anual para compensar los bonos de precio reducido a determinados colectivos o segmentos de población. A pesar de las notables diferencias en cuanto a beneficios, las cifras de facturación se mueven en rangos similares. La Compañía de Tranvías facturó el pasado año 24,3 millones de euros, frente a los 24,1 millones del ejercicio precedente. En el caso de Vitrasa, la empresa viguesa arrojó una cifra de negocio de 28 millones de euros, frente a los 27,2 millones contabilizados 12 meses antes.
Tensiones municipales
Tanto la Compañía de Tranvías como Vitrasa viven momentos de tensión, más allá de sus resultados. La primera está inmersa en distintos litigios con el ayuntamiento de A Coruña. La empresa de los Prada tiene recurrido en los juzgados la interpretación que el consistorio coruñés hizo el pasado mandato y que derivó en la caducidad de la concesión municipal que detentaba desde la década de los ochenta (actualmente sus servicios están prorrogados). Por otro lado, también ha recurrido la decisión del anterior gobierno coruñés de la Marea Atlántica de rebajar, de forma unilateral, el precio del billete de autobús urbano, así como también reclama a la administración local el pago de 500.000 euros por el mantenimiento del tranvía entre 2011 y 2017.
En su memoria, la Compañía de Tranvías indica que la bajada en el precio del autobús urbano (que el ayuntamiento basó en un supuesto de enriquecimiento excesivo por parte de la concesionaria) fue aprobada “sin asumir la correspondiente compensación tarifaria”. Así, sostiene que la “incerteza” a la que está sometida por estas cuestiones “justifica la falta de inversiones en este y otros ejercicios pasados”.
Por otro lado, a finales de 2018,el Concello de Vigo decidió interrumpir la prórroga automática de la concesión de Vitrasa, iniciando el procedimiento para abordar un nuevo concurso. A pesar de todo, la compañía no parece estar preocupada y en sus cuentas anuales indica que, previsiblemente, su actividad “seguirá desarrollándose tras obtener una nueva adjudicación”.