La dueña de Celsa Atlantic pide 350 millones al fondo de rescate
Celsa, la mayor siderúrgica española y que cuenta con una factoría en A Laracha, ha formalizado una petición de rescate ante la SEPI de 350 millones
La crisis industrial que golpea a la comunidad gallega tiene otro protagonista. Celsa, el grupo siderúrgico dueño de Celsa Atlantic, con fábrica en A Laracha, ha formalizado una petición de rescate ante la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI) por importe de unos 350 millones de euros.
La compañía de la familia Rubiralta se suma así a los rescates solicitados en las últimas semanas por Air Europa, por valor de 475 millones, y Duro Felguera, de otros 100, para resolver sus dificultades financieras.
Según la agencia Efe, fuentes conocedoras de las operaciones de la compañía –que en tiempos adquirió activos, entre ellos la planta gallega, a los empresarios Manuel Añón y Epifanio Campo— indican que la solicitud del rescate de Celsa, por 350 millones de euros, podría acabar siendo superior. Además, al tratarse de una gran empresa y de una operación compleja, el proceso de aprobación de la operación podría demorarse entre mes y medio y dos meses. De momento, eso sí, Celsa guarda silencio.
Negociación con acreedores
Celsa, el primer grupo siderúrgico español y segundo fabricante europeo de productos largos de acero, mantiene desde hace meses una ardua negociación con sus acreedores por el cumplimiento de los compromisos de pago.
De momento, la empresa catalana ha conseguido que un juzgado de Madrid haya dictado una resolución eximiéndole de cumplir momentáneamente con los pagos financieros debido a la causa de fuerza mayor que supone la pandemia del Covid-19.
Esta decisión judicial afecta a las obligaciones financieras vinculadas al préstamo convertible de 1.500 millones de euros que la multinacional formalizó en el año 2017.
Fondo de Apoyo a la Solvencia
El Fondo de Apoyo a la Solvencia de Empresas Estratégicas, dotado con 10.000 millones de euros, fue aprobado por el Gobierno con el objetivo de aportar apoyo público temporal para reforzar la solvencia de empresas no financieras afectadas por la pandemia del Covid-19 que sean consideradas estratégicas para el tejido productivo nacional o regional.
Las empresas que acuden a este fondo de la SEPI deben presentar un plan de viabilidad con objetivos medibles de previsiones de negocio y la situación patrimonial y financiera de la compañía, y la aportación realizada debe notificarse a la Comisión Europea (CE).