La década dorada de Estrella Galicia: de triplicar producción a plantar cara a los gigantes cerveceros
La cerveza gallega apenas superaba el millón de hectolitros diez años atrás. A finales del año 2020 se situó por encima de los 3,4 millones
La corporación Hijos de Rivera, con su marca Estrella Galicia, se ha convertido en la gran agitadora del mercado cervecero español durante la última década. En ese periodo ha triplicado su producción y ha logrado plantar cara y arañar cuota a los grandes gigantes del sector: Mahou-San Miguel, Damm y Heineken.
Triplica producción en una década
Así lo revela la Agencia Efe en base a los datos históricos que maneja la patronal Cerveceros de España, que revelan cambios de calado en la configuración del mapa de los fabricantes nacionales entre 2010 y 2020.
La firma gallega apenas superaba el millón de hectolitros diez años atrás, y el pasado ejercicio -último del que hay cifras disponibles- se situó ya por encima de los 3,4 millones de hectolitros. Además, fue la que menos bajó en producción de las cuatro grandes el año pasado.
Centro de operaciones en A Coruña
Detrás de su crecimiento destacan entre otros factores la apuesta por la publicidad y el patrocinio -motos, Fórmula 1, fútbol, festivales, etc.-, además de haberse ido dando a conocer por todo el país pese a concentrar su producción en una única fábrica, en Galicia; sus planes de expansión pasan por abrir una segunda, pero en Brasil.
«Al principio no nos conocía nadie», admitía recientemente en un foro su consejero delegado, Ignacio Rivera, quien aseguraba que en un principio la competencia no le daba «mucha importancia» porque veían a Estrella Galicia como «una marca regional».
El ‘sorpasso’ de Damm a Heineken
Otra alteración en el mercado cervecero español es el sorpasso que ha dado la catalana Damm a la multinacional Heineken (dueña de enseñas como Cruzcampo, Amstel o El Águila), a la que ha robado la segunda posición durante los últimos dos años de forma consecutiva tras rondar los 10 millones de hectolitros, lo que refleja un incremento de su producción del 25 % respecto a 2010.
Mahou-San Miguel sobrepasa habitualmente los 12 millones de hectolitros y Heineken se coloca por encima de los 10 millones -ambas muestran cierta estabilidad en la última década-, aunque durante el 2020 las dos registraron caídas puntuales en su producción debido al impacto de la pandemia y se quedaron en 10,8 y 8,8 millones, respectivamente.
Compañía Cervecera de Canarias (dueña de La Dorada y controlada a su vez por la multinacional AB InBev) y el grupo zaragozano Ágora (Ambar) se mantienen por detrás, en el entorno del millón de hectolitros.
Fuentes del sector explican a Efe que los datos de producción no corresponden exactamente con su cuota de mercado en ventas en suelo español, ya que una parte se exporta -y el país también importa cervezas extranjeras-, pero admiten que sí son válidos para radiografiar la situación del sector.
La irrupción de la cerveza artesana
Desde 2010, todavía inmersos en la crisis económica, dos han sido las principales tendencias del mercado cervecero: el auge de la artesana y la renovada apuesta por las marcas locales y regionales.
Esta moda explica que enseñas que habían desaparecido en el pasado hayan vuelto con ímpetu al ser recuperadas por los grandes fabricantes, como son los casos de El Águila (Heineken), la valenciana Turia (Damm), la barcelonesa Moritz (Ágora) o El Alcázar (Heineken), originaria de Jaén.
También son numerosos los casos de artesanales que han visto cómo entraban en su capital los gigantes del sector: es el caso de La Virgen, La Sagra, La Salve, Cibeles, Nómada, etcétera.
El sector vivió relevantes movimientos de concentración durante la primera década del siglo XXI y desde entonces apenas ha habido operaciones de calado. La compra de Cruzcampo por Heineken y la adquisición por parte de Mahou primero de San Miguel y después de Alhambra revolucionaron el sector.
En 2019, España era el tercer país europeo en producción de cerveza (sólo por detrás de Alemania y Polonia) y ocupaba la décima posición a escala global.
El golpe del Covid
En cuanto al consumo, en España se bebieron 2.859 millones de litros de cerveza en 2020, lo que supone 326 millones menos que un año antes, debido sobre todo al desplome del 40% registrado en la hostelería por la pandemia; el canal pasó de representar casi el 50 % a suponer el 30 % de las ventas en volumen.
Así lo reflejan los datos facilitados este viernes a Efe -cuando se celebra el Día Internacional de la Cerveza– por la consultora Nielsen, cuyos analistas recuerdan que el margen de beneficio es sensiblemente superior para las cerveceras en bares y restaurantes que en el supermercado, donde se concentraron el 70 % de las ventas.
La caída de la hostelería provocó un repunte relevante del consumo en casa, que benefició especialmente a la cerveza con alcohol frente a la sin alcohol, que se suele beber más fuera del domicilio