La cúpula de Cofares alardea de su ‘éxito’ en el congreso internacional de Barcelona
La imputación del presidente del grupo de distribución reduce la presencia de la empresa en Infarma a la actividad que organizó en el stand
La dirección de Cofares ha salido al paso de las críticas de los farmacéuticos por su pérdida de importancia en el congreso internacional del sector que terminó el viernes en Barcelona, Infarma. La cúpula intenta desvincular la imputación de su presidente, Carlos González Bosch, del aislamiento público y saca pecho de que su stand fue el más concurrido de la edición.
La distribuidora asegura en un comunicado que ha recibido más de 4.000 visitantes y ha celebrado 250 reuniones comerciales operativas de trabajo con representantes de farmacias y laboratorios.
Añade que el presidente imputado y el vicepresidente de la compañía, Juan Ignacio Güenechea, «recibieron el apoyo de destacados miembros del consejo de Cofares, además de otros presidentes y directores generales de empresas de distribución y de los principales laboratorios que trabajan en España» en el stand.
Desaparición en los eventos del programa
Un presunto espaldarazo del sector ante el proceso judicial que está abierto no se repitió en la programación de conferencias y debates. Cofares prácticamente desapareció de los eventos del congreso, cuando tan sólo un año antes era uno de los principales actores de la cita de referencia europea.
Los farmacéuticos son muy celosos de su código ético y, según el juzgado de Instrucción 3 de Teruel, González Bosch se lo ha saltado a la torera al participar presuntamente en una trama que se dedicaba al tráfico ilegal de medicamentos. Ha sido acusado de falsificación de documento público y delito contra la salud pública, dos faltas extremadamente graves en el sector.
Más presión para González Bosch
La presión para que abandone el cargo es cada vez mayor, aunque el presidente de Cofares insiste en mantenerse en la primera línea. Su actitud contrasta con la estrategia que siguió la distribuidora en 2012 cuando su antiguo director general, José Antonio López-Arias, fue imputado en el marco de la Operación Campeón.
El consejo rector le fulminó en una maniobra en la que participó González Bosch. Finalmente, su acusación fue archivada en julio de 2014.