La crisis de la energía devuelve a números rojos a la dueña de Ferroatlántica
Ferroglobe, matriz de Ferroatlántica, pierde casi 90 millones de euros entre julio y septiembre ante la escalada de los precios de la energía que ha forzado el apagado de un horno en su planta de Sabón
Vuelven las vacas flacas a Ferroatlántica. Su matriz (Ferroglobe) ha tardado un trimestre en regresar a los números rojos que la han golpeado en los últimos años. La firma controlada al 48,7% por el Grupo Villar Mir ha cerrado el tercer trimestre de su ejercicio fiscal con unas pérdidas por valor de 97,6 millones de dólares (unos 86 millones de euros al cambio actual).
La cifra contrasta con los beneficios de 0,7 millones de dólares que cosechó en el segundo trimestre del año y supone duplicar los números rojos por valor de 46,8 millones de dólares que se apuntó en el tercer trimestre del año pasado.
Ferroglobe, que despliega tres fábricas en España (Arteixo, Boo y Monzón) a través de Ferroatlántica, vuelve a teñir de rojo su cuenta de resultados pese a haber disparado sus ventas hasta los 429,2 millones de dólares, casi el doble que los 262,7 millones del mismo periodo del año anterior.
Su consejero delegado, Marco Levi, asegura que en este tercer trimestre el grupo ha registrado una subida de precios «en cada uno» de sus segmentos de negocio ante la alta demanda, pero se vieron eclipsados por los «mayores costes, principalmente en la energía». El máximo ejecutivo de Ferroglobe vaticina un «final de año favorable» y espera aprovechar el «fuerte momentum en la negociación de los contratos para 2022″.
Recortes en España
Estos números rojos cosechados entre los meses de julio y septiembre elevan las pérdidas del grupo hasta los 165,4 millones de dólares en lo que va de año, lo que representa un aumento del 50% respecto a los 109,9 millones registrados en el mismo periodo del año anterior.
De esta forma, la matriz de Ferroatlántica ve cómo la escalada de la energía trunca una recuperación que se había plasmado en la reapertura de uno de los tres hornos de su factoría de Sabón que permanecía sin actividad desde finales de 2018. La compañía ha tenido que dar marcha atrás en su decisión y ha decidido apagarlo de nuevo ante la escalada de la luz, que también se ha saldado con una idéntica medida para uno de sus cuatro hornos en su planta de Boo. Además, Ferroatlántica ha decidido mantener sin actividad a su factoría de Monzón (Huesca) durante cuatro horas al día para minimizar el impacto de la subida de la luz.