La conflictividad laboral se expande en Lactalis, el mayor grupo lácteo que opera en Galicia

Una huelga en la fábrica de Lactalis Puleva de Granada se suma a las protestas por el recorte de plantilla en Flor de Esgueva en Valladolid

Protesta frente a la planta de Lactalis Puleva en Granada / UGT

Protesta frente a la planta de Lactalis Puleva en Granada / UGT

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La multinacional francesa Lactalis, el grupo que más leche recoge en Galicia, acaba el año con turbulencias en algunas de sus plantas españolas. El recorte de plantilla en Flor de Esgueva en Valladolid, con la salida de una decena de trabajadores, ya provocó la convocatoria de protestas por parte del comité de empresa, que teme por un desmantelamiento de la fábrica negado con rotundidad por parte del grupo lácteo. Ahora, la falta de acuerdo para la renovación del convenio laboral en Granada, en la planta de Lactalis Puleva, provocará más movilizaciones y, probablemente, una huelga.

Ese al menos era el convencimiento del comité de empresa de la factoría tras el naufragio de las conversaciones en el Sercla (Sistema Extrajudicial de Resolución de Conflictos Judiciales de Andalucía), un organismo de mediación al que se llegó por el atasco de las negociaciones entre empresa y trabajadores. Las dificultades para avanzar en el nuevo pacto laboral ya habían provocado protestas de la plantilla, cuyo convenio actual venció en 2020. La presión generada por la inflación, que merma el poder adquisitivo de las familias, dificulta el acuerdo.

Lactalis seguirá negociando

«Pese a los esfuerzos de la compañía, no ha sido posible alcanzar un acuerdo entre las partes, aunque se ha planteado a la representación del personal propuestas de incrementos salariales para todos los colectivos afectados por el convenio compensatorio del entorno inflacionista en el que nos encontramos. Estas medidas afectan a menos de un tercio de la plantilla del personal de Lactalis Puleva en Granada y no son personal de la fábrica», dijo la compañía en un comunicado.

Añade que «continuará trabajando para conseguir alcanzar un acuerdo a la mayor brevedad posible» y que es consciente del contexto inflacionista y de su impacto en las personas que trabajan para la compañía y sus familias.

Los ajustes de Valladolid

En Valladolid, la multinacional vinculó la salida de una decena de empleados a una adaptación a la actual carga de trabajo. El comité de empresa aseguró que es un recorte evitable y que se debe al traslado de la sección de precortado a la factoría en Villarrobledo y la externalización del embalaje.

La parte social ha pedido iniciar un diálogo con la dirección para evitar el recorte de personal, con el compromiso de cesar en las protestas en cuanto se garantice el empleo en la factoría.

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