La confesión de Ferroatlántica: reconoce ante sus inversores que aún controla la planta de Cee

Ferroatlántica se confiesa ante los inversores. La multinacional que preside Javier López Madrid ha reconocido en una presentación durante el investors day que tuvo lugar el pasado 12 de julio que todavía mantiene una vinculación con el complejo industrial de Cee-Dumbría pese a que fue vendido a Sixth Street Partners e Ithaka Partners a mediados de 2019.

A través de una de las diapositivas de la presentación, la compañía apunta a la planta de Sabón y a la de Cee-Dumbría como las dos únicas especializadas en la producción de aleaciones en España. De hecho, la compañía apunta precisamente a la de Sabón (de la que es titular) como la elegida para abordar posibles medidas de ajuste de producción.

Entre estas se encuentran los recientes parones y los apagados de hornos que la firma ha efectuado por la huelga del transporte y la escalada de la energía. Estas crisis han desembocado en la presentación de un expediente de regulación temporal de empleo (ERTE) en las instalaciones arteixanas, una propuesta que será negociada con los sindicatos en el mes de septiembre.

Ferroglobe niega que gestione las plantas

Fuentes de la empresa han matizado ante Economía Digital Galicia el contenido de la presentación y han negado que las plantas de Cee y Dumbría estén controladas por la multinacional. En este sentido, desde Ferroglobe, matriz de Ferroatlántica, apuntan que en ellas dispone de «capacidad productiva disponible», tal y como se recogía en el acuerdo de venta de las factorías a Sixth Street Partners e Ithaka que se selló a mediados de 2019.

Sin embargo, desde la firma que cotiza en el Nasdaq subrayan que en ningún caso mantienen la gestión de estas plantas, responsabilidad que desde hace más de tres años está en manos de Ithaka, que es quien lleva las riendas desde entonces.

Los sindicatos denuncian que Ferroglobe paga las nóminas en Cee y Dumbría

La situación del complejo de Cee-Dumbría tras su venta en 2019 ha sido objeto de crítica por parte de los sindicatos. «El grupo Ferroatlántica es el que maneja la producción en las fábricas, de hecho corre con los gastos todos en las fabrica, incluidas las nóminas», llegó a asegurar el presidente del comité de empresa, Alfonso Mouzo, el pasado mes de abril. «Xeal le manda una factura al acabar el mes de las nóminas y el grupo Ferroatlántica ingresa a Xeal las nóminas, es un auténtico fraude», lamentaba el sindicalista.

Mouzo realizaba estas declaraciones durante una concentración en San Caetano (Santiago de Compostela) para reclamar una reunión con el vicepresidente económico, Francisco Conde, y con la conselleira de Infraestruturas, Ethel Vázquez. El objetivo pasaba por evitar una posible venta de las diez minicentrales hidroeléctricas de los ríos Xallas y Grande que se encuentran asociadas al complejo industrial de Cee-Dumbría.

A vueltas con la segregación

La propia Xunta de Galicia ya denegó la solicitud de segregación de estas centrales hidráulicas hace cinco años. Primero fue Augas de Galicia la que se opuso a este movimiento en verano de 2017 antes de que la Consellería de Medio Ambiente se pronunciase de la misma manera ante el recurso de alzada presentado por la compañía, que también claudicó en el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG).

Una vez frenada esta intentona antes de la era Xeal, los sindicatos decidieron acudir a los tribunales el pasado mes de junio para presentar una demanda por la vía penal contra la directora de Augas de Galicia, Teresa Gutiérrez, el consejero delegado del grupo Ferroglobe, Marco Levi, los administradores del fondo Ithaka Partners y un apoderado de Xeal.

Y es que, a su juicio, se está produciendo una «segregación encubierta» del negocio «ante la pasivididad reiterada» del Gobierno gallego a la hora de «requerir a la empresa que cumpla con las cláusulas esenciales de las concesiones hidroeléctricas y las diferentes sentencias judiciales que avalan la vinculación de las actividades energética y de producción de ferroaleaciones».