La competencia de Digi y la fusión con Orange fuerzan la salida de MásMóvil de Portugal

El grupo decide vender a Vodafone el negocio portugués que dirige Arturo Dopico para evitar las inversiones necesarias para el despliegue de red y centrarse en la alianza con Orange en el mercado español

Arturo Dopico y Meinrad Spenger

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El dilema de MásMóvil en Portugal ha quedado resuelto con la venta de su negocio a Vodafone. La compañía de Meinrad Spenger acordó con el grupo británico el traspaso de Nowo, la filial que dirige el que fuera histórico consejero delegado de la gallega R, Arturo Dopico, y que se convirtió en el cuarto mayor operador en el mercado luso, con 250.000 clientes de móvil y 140.000 de televisión y banda ancha, alcanzando una cobertura de un millón de hogares.

Los planes de expansión de MásMóvil en el mercado portugués se habían torcido por la entrada en el país de la rumana Digi, uno de sus competidores en low cost también en España. Además de incrementar la competencia entre telecos, la subasta celebrada por la autoridad de competencia portuguesa para el reparto de espectro 4G y 5G se retrasó y se encareció de manera relevante, obligando a la dueña de R y Euskaltel a invertir 70 millones para obtener frecuencias.

En el nuevo escenario, MásMóvil buscó alternativas para Nowo, que pasaban por una fusión con la propia Digi, la entrada de fondos de inversión o la venta a Nos o Vodafone. Finalmente, esta última ha sido la opción elegida. El grupo que dirige Meinrad Spenger no ha aclarado el futuro de Arturo Dopico tras la venta y, de hecho, no realizó comentarios sobre la operación, que fuentes del mercado apuntan a que valora Nowo en 150 millones.

El efecto Digi

Portugal era una plaza apetecible para un cuarto operador. El dominio de MEO, propiedad de la francesa Altice; Vodafone y NOS permitía, sobre el papel, que un nuevo competidor pudiese ganar cuota con cierta velocidad a poco que ajustara los precios. La entrada de Digi cambió el escenario, pues no solo había que repartir un mercado de 10 millones de habitantes entre cinco, sino que uno de ellos es un experimentado competidor low cost.

La venta de Nowo a Vodafone viene a restituir la situación inicial, dejando un espacio favorable a la estrategia de bajo coste del operador rumano para tratar de ganar cuota a otros tres operadores consolidados, algo parecido a lo que hizo MásMóvil en España con Telefónica, Orange y la propia Vodafone.

Bajo la batuta de Dopico, la filial portuguesa se encontraba desplegando fibra en Lisboa y Oporto y con la perspectiva de impulsar el 5G y modernizar su red de cable. Spenger, en todo caso, ya había apuntado a una estrategia ligh capex que buscaría apuntalar la expansión de los servicios mediante infraestructuras compartidas para ahorrar costes.

La alianza con Orange

Además de Digi, en el camino del negocio portugués de MásMóvil se cruzó también la joint venture con Orange, que dejó fuera el mercado luso. El equipo de Spenger ha priorizado las inversiones en territorio español que prometió acelerar gracias a la alianza con la compañía francesa. El traspaso de Nowo, además, permite obtener liquidez para limpiar deuda y se suma a otras operaciones recientes de venta de red.

La dueña de R y Euskaltel llegó a la fusión con más de 6.000 millones de deuda, que se disparó en más de 3.700 millones tras la compra de la operadora vasca. La alianza con Orange requirió una financiación adicional de 6.600 millones, incluyendo en ellos la remuneración a los accionistas de ambas compañías, entre los que están los fondos que controlan MásMóvil: Providence, Cinven y KKR. Ni estos ni Orange estaban especialmente interesados en Portugal una vez acordada la integración de sus negocios en España. Al nuevo socio, en cambio, sí que le favorece una reducción de deuda que reste lastre a la alianza.

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