La central de Meirama afronta su cierre en meses sin plan alternativo
Naturgy, que en ocho meses apagará la central, aún no ha presentado a la Xunta un proyecto definitivo con la planta de biogás y el parque eólico que planteó
Galicia se despide de sus dos chimeneas. Diez meses han transcurrido desde que Naturgy abriese la veda con el anuncio del cierre de su central térmica de Meirama en junio de 2020 hasta que Endesa ha decidido hacer lo propio con su planta de As Pontes ante la escalada de costes y de impuestos que provoca que “no resulten competitivas”, como aseguró la propia Endesa en el comunicado remitido a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).
Los concellos de Cerceda y As Pontes se quedan sin los dos ejes que vertebran su actividad económica, pero también sin noticias de los planes que tanto Endesa como Naturgy manejan para compensar el efecto negativo de estos cierres.
Sin avances a ocho meses del cierre
Los plazos ya aprietan a Naturgy, que pese a esbozar un plan industrial dotado con 80 millones de euros para edulcorar el impacto del cierre en Meirama, todavía no ha presentado el proyecto definitivo a la Xunta de Galicia a escasos ocho meses de que pulse el interruptor para apagar una central que precisamente el año que viene cumple su 40 aniversario.
Así lo han confirmado a Economía Digital fuentes de Naturgy y de la Xunta, que subrayan que no ha habido ningún avance ni concreción desde la propuesta inicial que realizó la firma presidida por Francisco Reynés al Ejecutivo gallego. «No hay novedades por ahora», resumen.
Un plan que todavía se esboza
En ella se contemplaba un plan que pivotaba en torno a tres ejes. Por un lado, la construcción de un parque eólico de 61 megavatios -que se sumaría a los 200 megavatios que ya tenía en desarrollo en otros puntos de Galicia- que no podrá ponerse en marcha hasta que no obtenga los permisos del gobierno central. Por otro, la compañía avanzó la puesta en marcha de “un estudio de viabilidad” para explorar la posible construcción de una planta de generación de gas renovable (biogás) a partir de residuos. A estos dos proyectos se sumaba la oferta de Naturgy a la Xunta de colaborar para captar inversiones industriales.
Sin embargo, casi nueve meses después de estas conversaciones iniciales, Naturgy no ha presentado todavía un plan definitivo para estos proyectos. Tampoco se han incorporado, por el momento, medidas adicionales a las tres esbozadas -como reclamaba la Xunta- para preservar el empleo en la comarca una vez que los parques eólicos finalicen su construcción y pasen a entrar en funcionamiento reduciendo sus necesidades personal.
La Xunta pretende preservar el número de puestos de trabajo (200 solo entre directos y de firmas auxiliares) en la comarca, pero por el momento el único compromiso firme que existe por parte de la empresa es el de que empleará a unos 40 trabajadores en las tareas de desmantelamiento de la central que se desarrollarán durante un periodo de entre dos y tres años.
Críticas de Feijóo
Los cierres de las centrales de As Pontes y Meirama guardan similitudes, pero también notables diferencias. Así lo entiende el propio presidente de la Xunta de Galicia, Alberto Núñez Feijóo, que ha arremetido contra el Gobierno en funciones de Pedro Sánchez, al entender que acusa de ser responsable de perjudicar a las centrales térmicas y obligar al cierre de Endesa en As Pontes, mientras que en el caso de la planta de Naturgy en Meirama, sus críticas se han dirigido hacia el Gobierno y la compañía eléctrica a partes casi iguales.
Y es que Feijóo acusó en su momento a Naturgy de “incumplir” con el “compromismo que tenía con Galicia” y le puso como ejemplo la inversión “del doble o el triple” que Endesa sí tenía comprometida en su planta de As Pontes (más de 200 millones de euros para rebajar sus emisiones de gases contaminantes) y que, sin embargo, no han servido para dar un empujón a su vida útil.