La central de Endesa en As Pontes sigue en el limbo y sin informe de Red Eléctrica pese a la crisis energética

Mientras países como Alemania reactivan sus centrales de carbón, el Gobierno espera desde hace casi dos meses el informe de Red Eléctrica sobre la continuidad de la térmica de As Pontes

Central térmica de As Pontes

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El futuro de la central térmica de Endesa en As Pontes, la mayor de España y la única con posibilidad de ser reactivada, continúa siendo una incógnita. El pasado 12 de julio el Ministerio para la Transición Ecológica encargó un informe a Red Eléctrica (Redeia) que determinase, entre otras cuestiones, si es necesario posponer el cierre de la planta o mantenerla operativa ante un escenario «extremo» que incluya «situaciones de escasez de gas natural o de otros productos energéticos». El trasfondo del estudio es conocer si la central coruñesa sería necesaria en caso de un corte total del suministro de gas ruso. 

Desde el Ministerio han confirmado a Economía Digital Galicia que, por el momento, el operador del sistema eléctrico «no ha remitido el informe sobre el análisis del sistema eléctrico que incluya la valoración sobre la central de As Pontes». A falta del documento, la situación de la central continúa indefinida, sin que el Ejecutivo confirme su continuidad o su cierre en un contexto de crisis energética y elevados precios de la luz, que volvieron a situarse esta semana por encima de la cota de los 380 euros por megavatio hora. 

El estudio, que no versa exclusivamente sobre las instalaciones de Endesa pero que podría ser decisivo para su futuro, parecía urgente en julio. Fuentes sindicales incluso hablaban de un periodo de dos semanas para que estuviese terminado. No ha sido así y tampoco parece que vaya a estar sobre la mesa antes de septiembre debido al periodo vacacional. 

El pasado 27 de julio la ministra Teresa Ribera anunció que las previsiones de Red Eléctrica indicaban que «no será necesario reactivar la central» para asegurar el suministro eléctrico en España durante el invierno. Una semana más tarde, el 5 de agosto, Ribera afirmó en una entrevista en Onda Cero que, aunque era posible la reactivación de la térmica, sería “muy difícil”. 

Pérdidas de 30 millones anuales con la reactivación

Valentín González Formoso, alcalde de As Pontes y secretario xeral del PSdeG, destacó el pasado lunes que sería «una temeridad cerrar la planta térmica en el contexto actual y con la amenaza de Rusia de cortar el suministro del gas». En una entrevista en la SER abogó por mantener abierta la térmica «hasta que se aclare la situación internacional y se desarrollen los proyectos de hidrógeno».

No obstante, el líder de los socialistas gallegos recalcó que mantener la central de carbón abierta supondría un elevado coste, tanto por la compra del mineral como por la emisión de CO2. En este sentido, aseguró que el carbón «encarece al mismo tiempo que el gas» y continuar con la planta operativa supondría «treinta millones de euros de pérdidas al año».

González Formoso matizó que desde Transición Ecológica siempre han mantenido el mismo criterio y que todo apunta a que Red Eléctrica confirmará que la planta es prescindible. En este caso, el regidor manifestó que solicitará una mayor agilidad en la tramitación de las ayudas y proyectos previstos para paliar el cierre de la central térmica

En Galicia han aflorado numerosos proyectos para la reindustrialización de la comarca afectada por el cierre de la central, desde plantas de hidrógeno a la papelera que quiere construir Ence, por no hablar de los propios parques eólicos que proyectó Endesa.

Alemania reactiva una central térmica

España promueve medidas de ahorro energético sin decidir sobre el futuro de la planta de As Pontes, la única en el país que estaría preparada para volver a quemar carbón con seguridad –en palabras de la ministra Ribera–. Alemania, en situación más comprometida, reactivará una central eléctrica de carbón el próximo 29 de agosto, con previsión de mantenerla operativa hasta el 30 de abril del 2023.

Se trata de la factoría Heyden 4 de Uniper en Petershagen, cerca de Minden, que cuenta con una potencia de 875 megavatios y desde mediados del 2021 ha servido como respaldo del sistema eléctrico alemán como central eléctrica de reserva, aunque no ha producido electricidad para el mercado.

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