La burbuja de los macroproyectos hidroeléctricos se dispara en Galicia

La fiebre de los macroproyectos hidroeléctricos crece en toda España, siendo Galicia uno de los territorios clave para las grandes empresas energéticas. Grupos como Iberdrola, Naturgy, Capital Energy, la alianza Reganosa-EDP, la andaluza Magtel o, más recientemente, la aragonesa Atalaya Generación tienen sobre la mesa planes para desarrollar en la comunidad grandes centrales hidráulicas de bombeo o reversibles. En total, suman casi 3.500 megavatios de potencia.

Para poder medir la envergadura de los proyectos basta tener en cuenta dos datos comparativos. La potencia eólica instalada de Galicia en estos momentos no es mucho mayor, ronda los 3.800 megavatios. Si nos centramos en la energía hidroeléctrica, entre grandes y pequeñas centrales, según los datos de Inega, la comunidad contabiliza otros 3.800 megavatios.

La complejidad de las megabaterías

Las grandes centrales reversibles o de bombeo nacieron con la idea de almacenar el agua en los momentos de menor demanda y aprovechar la energía en las horas de mayor consumo. Estas gigantescas infraestructuras, que suelen llevar aparejada una gran potencia, se basan en la conexión de dos embalses o masas de agua que se encuentran a distinta altura. El agua se almacena en los momentos valle y se bombea para generar energía en los picos de consumo.

Distintas fuentes del sector de las energías renovables explican que el boom de hidroeléctricas renovables se puede quedar, al menos de momento, solo en burbuja. Solo durante 2021, el Ministerio de Transición Ecológica ha dado cuenta, a través de su portal de exposición pública de trámites ambientales, de más una veintena de proyectos de los también denominados de megabatería (debido a que estas infraestructuras son claves para el almacenamiento eléctrico). No obstante muchos de estos podrían quedar simplemente en eso, proyectos.

Existen varias cuestiones a tener en cuenta. Primero, que tanto sus tramitaciones como sus tiempos constructivos suelen ser muy largos debido a la complejidad de los procesos que llevan aparejados (se acostumbra a horadar terrenos para poder unir las dos masas de agua). Y, segundo, debido precisamente a lo anterior, los presupuestos de estas obras son muy elevados.

Las previsiones del Gobierno

Por otro lado, en la actualidad hay muchos más proyectos planteados que megavatios proyecta poner en funcionamiento el Gobierno en los próximos años. Según recientemente publicó El Periódico de la Energía, España cuenta con 3.337 megavatios de potencia instalada de bombeo puro. El Ejecutivo explica en su Plan Nacional Integrado de Energía y Clima que en el año 2030, en toda España habrá unos 6.837 MW.

Estas previsiones hacen dificil creer que en Galicia puedan acometerse de forma inmediata todos los proyectos planteados.

Los últimos proyectos

En lo que va de año, tres han sido los proyectos expuestos por Transición Ecológica que pretenden construir una central hidroeléctrica reversible en Galicia. Tal y como adelantó Economía Digital Galicia, el último conocido lo promueve la zaragozana Atalaya Generación, que a través de la sociedad Desarrollos del Malache tiene en cartera el proyecto Xistral, cuyas actuaciones se desarrollarían entre los ayuntamientos lucenses de O Valadouro, Ourol, Alfoz, Cervo y Xove. A falta de conocer más datos, atendiendo a lo expuesto por Transición Ecológica solo se sabe que el proyecto estima una potencia de 936 megavatios. Esto la convierte en la central más grande planteada hasta la fecha en la comunidad.

En noviembre, la madrileña Capital Energy también inició la tramitación ambiental de otro macroproyecto reversible, en este caso de 366,46 megavatios y que pretende usar el lago de Meirama y una balsa de agua de nueva construcción que se ubicaría entre los ayuntamientos de Cerceda y Carral. El plan de los de Jesús Martín evidencia a las claras la envergadura de estos proyectos: estima un presupuesto de más de 380 millones de euros y unos cinco años de obras.

La compañía cordobesa Magtel también tiene sobre la mesa de Transición Ecológica otro proyecto para el desarrollo de otra central reversible en el ayuntamiento ourensano de A Veiga, usando los embalses de Prada y Santa Eulalia. Con una potencia de 160 MW, Su presupuesto rondaría los 157 millones de euros y sus obras tendrían un plazo de ejecución de tres años.

Aunque en este caso no se ha iniciado (que se sepa) ningún trámite ambiental, hace unos meses, Reganosa y la lusa EDP presentaron de forma pública el plan industrial que proponen para revitalizar la comarca de Ferrolterra, afectada directamente por la descarbonización. Entre otros proyectos, que pasan de la energía eólica al hidrógeno verde, también se contempla, en el entorno de As Pontes, la ubicación de un “almacenamiento energético con una potencia instalada de generación de 570 MW”. “Este almacenamiento consistirá en una central hidroeléctrica de bombeo que empleará como depósito inferior el propio lago, y como superior, un nuevo embalse que permitirá una mejor gestión del sistema eléctrico”, destacó la alianza industrial.

Iberdrola y Naturgy, las ‘veteranas’

También gigantes como Iberdrola y Naturgy quieren poner en marcha hidroeléctricas reversibles en Galicia, en este caso, aprovechando embalses que ya explotan en la actualidad. Sus proyectos, en este caso, ya llevan tiempo en trámites. Los de Sánchez Galán pretenden conectar los embalses de Cenza y O Bao para levantar una central reversible en caverna que podría alcanzar una potencia de unos 900 MW.

Los de Francisco Reynés también tienen otro proyecto en cartera desde hace años para unir las embalses de Salas y As Conchas, en Ourense. Se sabe en este caso que contará con un presupuestos aproximado de 350 millones de euros y una potencia de 350 megavatios, según la documentación inicial expuesta.

Una fiebre extendida por toda España

La fiebre del bombeo no se centra únicamente en territorio gallego. Sin ir más lejos, Magtel habría iniciado la tramitación de otras 12 centrales más (además de la que pretende en Ourense) que se ubicarían en distintas provincias de Andalucía, así como en Asturias y Castilla y León.

También Atalaya Generación habría presentado otros proyectos de calado. El más destacado el que proyecta en El Batán, en Navarra, de 2.160 MW, aunque también cuenta con otro en Cuenca de 1.456 y un tercero en Teruel de 652.

Además de Galicia, y atendiendo a los planes presentados ante Transición Ecológica, destaca el interés despertado por Andalucía y Asturias como territorios en los que desarrollar grandes centrales hidroeléctricas.