La aeronáutica gallega compite con Boeing y Airbus por el megacontrato de los drones
Siete empresas integradas en Udega aspiran a convertirse en el socio industrial de la Xunta para el desarrollo de aviones no tripulados en Galicia, un contrato de 25,5 millones
La industria aeroespacial gallega se va haciendo mayor, hasta el punto de que ya compite de igual a igual con gigantes de la talla de Airbus o Boeing. Siete firmas de la comunidad, junto con otras tres de otras regiones de España, integran la unión temporal de empresas (UTE) UAV-Galicia, que aspira a hacerse con el contrato de 25,5 millones de euros de la Axencia Galega de Innovación para convertirse en socios industriales de la Xunta en el desarrollo tecnológico de aviones no tripulados.
El conselleiro de Economía e Industria, Francisco Conde, adelantaba este martes los nombres de las empresas aeronáuticas que se postulaban a convertir el aeródromo lucense de Rozas en un polo de innovación en drones. Además de la UTE gallega y de los gigantes Airbus y Boeing, también compiten las empresas Everis, Elbit Systems, Augusta Westland –que se presenta conjuntamente con Telespazio–, Inaer y Thales.
Apuesta por la aeronáutica
Cuando la crisis más azotaba a la construcción naval, aeronáutica y automovilística, ocho firmas metalúrgicas decidieron unirse en una sociedad y apostar decididamente por la industria aeroespacial. Nacía así en 2012 la Unión de Empresas Gallegas de Aeronáutica, Udega, de la que forman parte seis de las diez empresas que integran la UTE. Se trata de Utingal, con sede en Tui; las viguesas Matrigalsa y Europrecis; la santiaguesa Tromosa; Demsu, de Mos, y Tune Eureka, de Vilagarcía de Arousa. Completan la lista la gallega Norinver, las madrileñas Unmanned Solutions (USOL) y Fetsia, y la vallisoletana Deimos.
Udega cuenta en la actualidad con 56.000 m2 de superficie industrial y 350 trabajadores y provee de componentes y piezas a aeronaves como los Airbus A320, A380, A330/340, A350, A400M o C295, y al Embraer KC390.
Criterios de selección
Precisamente la experiencia técnica, sumada a la solvencia financiera, era uno de los aspectos que primaban en la selección de los candidatos. A partir de ahora se abre un plazo hasta el próximo 3 de septiembre en que las empresas deberán presentar su proyecto al Gobierno gallego. Hasta entonces, cabe la posibilidad de que algunas negocien entre ellas para concurrir conjuntamente si entienden que sus proyectos son complementarios. También podría darse el caso de que fuese la Xunta la que propusiese la integración de varios proyectos en las conversaciones que mantendrá con cada uno de los candidatos una vez presentadas sus propuestas.
En cualquier caso, desde el Ejecutivo autonómico destacan que el concurso está abierto a que haya más de un ganador. De hecho, la Axencia Galega de Innovación llegaría a duplicar el desembolso previsto en el caso de que fuesen dos los proyectos seleccionados.
Vinculación al territorio
No obstante, el concurso podría quedar desierto en el supuesto de que no se cumpliesen los criterios exigidos, en los que tendrá un peso importante la vinculación con el tejido productivo gallego, la subcontratación de pymes y centros tecnológicos de Galicia y el empleo ligado a la Comunidad. Estos factores ocupan 20 de los 30 criterios de selección de socio. La UTE UAV-Galicia, con la participación de las empresas de Udega y Norinver ya tiene mucho ganado en este aspecto.