Justo Sierra, CEO de Urovesa, seguirá cuatro más al frente de la patronal del metal en Galicia
La junta general anual de Asume ha reelegido a Justo Sierra como presidente mientras que Iván Souto y José María Salazar, de Fase Service Partner y Borgwarner, entran en la junta directiva
La Asociación de Industrias del Metal y Tecnologías Asociadas de Galicia (Asime) prorroga por otros cuatros años el mandato de su presidente, Justo Sierra. El ejecutivo, que ejerce de consejero delegado en Urovesa, ha sido reelegido como presidente tras la votación en la asamblea general anual de la patronal del sector metalúrgico en Galicia.
Justo Sierra, que concurría como candidato único, se rodeará también de nuevos directivos. Iván Souto Paredes, de Fase Service Partner, y José María Salazar, de BorgWarner Emissions Systems, se unen como vocales de la junta directiva mientras Patricio Fernández, vocal hasta la fecha, se une como vicepresidente tercero a las vicepresidencias que ya ostentaban Rafael Outeiral, de Nodosa, y Receba Acebrón, de Acebrón Group.
Durante el evento también se han presentado los resultados de la organización del pasado ejercicio y se abordaron las previsiones para lo que resta de este año 2023, con especial hincapié en el estado de la industria y los retos que se le presentan en el escenario actual.
Los retos de la industria del metal
El secretario general de Asime, Enrique Mallón, ha explicado que 2022 fue un año marcado por la inflación y la inestabilidad internacional provocada por la guerra en Ucrania. «Sin embargo, nuestra industria demostró una vez más su fortaleza y consiguió continuar su senda de crecimiento, manteniendo estable el empleo», ha reivindicado Mallón, que ha subrayado la «muy alta carga» de trabajo que tiene en la actualidad el sector metal.
Entre los retos que aborda el sector, Mallón ha puesto el foco en la «carencia de profesionales» y ha pedido a las administraciones públicas que apuesten por la formación para cualificar mano de obra.
También ha reconocido entre los inconvenientes los «estratosféricos» costes de las materias primas y el coste energético que, pese a haberse reducido en los últimos meses, «sigue siendo inadmisible para una industria que quiera tener futuro».