Juan Manuel Vieites salta a la CEG desde una patronal conservera dividida
La dimisión de Mané Calvo de la presidencia de Anfaco tras cinco meses en el cargo destapó las diferencias en el seno de la patronal que gestiona Vieites
El de la conserva no es un sector al uso. Galicia es una potencia europea, con dos grandes multinacionales, Calvo (Carballo) y Jealsa (Boiro), que reinan en un negocio relativamente atomizado, siempre pendiente de reordenación y hasta cierto punto endogámico. La conserva es cosa de familias en Galicia. Sobre ese escenario emerge la figura de Juan Manuel Vieites Baptista de Sousa, que ha sabido convertir Anfaco, la patronal del sector, en todo un lobby con influencia en Bruselas y que presta un valioso servicio a sus asociados a través de su centro tecnológico del Campus de Vigo.
Sin embargo, no todo es placidez en la patronal conservera desde la que Juan Manuel Vieites, como secretario general, da el salto a la Confederación de Empresarios de Galicia (CEG). Su candidatura viene avalada por la patronal de Lugo y estimulada desde la Xunta justo cuando el químico pensaba más en la jubilación en Anfaco Cecopesca que en ocupar más cargos institucionales.
La dimisión de Mané Calvo
Una dimisión a principios del pasado mes de diciembre en Anfaco destapó las diferencias larvadas durante años en el seno de la organización. Y no fue menor. Mané Calvo, consejero delegado del Grupo Calvo, ponía pies en polvorosa tras cinco meses en la presidencia de la patronal conservera, tras fracasar en su “firme intención de promover, facilitar y dar pasos profundos y decididos para llevar a buen puerto una urgente y necesaria renovación dentro de los órganos de gestión de Anfaco-Cecopesca”.
“He percibido a lo largo de estos escasos cinco meses que ya no cuento con el apoyo mayoritario de la junta directiva en esta tarea y por lo tanto lo más honrado y ético en la situación actual es dar un paso al lado y que otro miembro de la junta tome el relevo y consiga cambiar el rumbo”. Eran las amargas palabras de la despedida de Mané Calvo de la presidencia de Anfaco.
Diferencias larvadas
En esos cinco meses en Anfaco, Mané Calvo tuvo la oportunidad de conocer a “una parte importante de su cuadro directivo” y constatar “el compromiso de una gran mayoría de sus trabajadores”, según sus propias palabras, que evidencian de nuevo la división.
Las diferencias no son nuevas. El mejillón ha sido durante años la piedra angular de una batalla legal en la que se han visto las caras los grandes del sector, incluso en los juzgados, con Anfaco como protagonista. Y Calvo ha marcado distancias desde hace años con la propia patronal, la que Mané intentó sin éxito cambiar desde dentro.
Anfaco siempre ha defendido, de la mano de Vieites, su derecho a usar “Mejillón de Galicia” como nombre genérico, independientemente de su procedencia. Bastaba con que fuera procesado en Galicia. Sin embargo, Calvo se desmarcó. “La ley dice que, para que puedas rotular «Mejillón de Galicia», tienes que formar parte de la Denominación de Origen. Nosotros siempre hemos sido prácticos: la ley dice que tiene que ser así, pues lo hacemos”.
La cercanía a Jealsa
La polémica llego al Tribunal Superior de Xustiza de Galicia, que desestimó las pretensiones de Anfaco y finalmente dio la razón a la denominación de origen protegida. Ni “De las rías gallegas”, ni “Envasado en Galicia”: las conserveras no podrán hacer este tipo de referencia si no tienen cobertura del organismo que regula el mejillón.
Vieites siempre ha estado más próximo a Jealsa, el otro gallo de la conserva gallega. De hecho, fruto de ese entendimiento, la patronal conservera y el grupo de Jesús Alonso han llegado a crear una unidad mixta de investigación, con apoyo de la Xunta, para modernizar la producción del mejillón de batea e innovar hacia una fábrica inteligente. El proyecto requirió una inversión de dos millones y muestra lo distintas que son las correlaciones de fuerzas en el sector.