Jove y Collazo ponen en venta la emblemática nave de Caramelo por 9 millones
Starco Invest busca comprador o inquilino para la histórica sede del polígono de A Grela que la compañía textil abandonó a raíz del concurso de acreedores
Manuel Jove busca una salida para obtener alguna rentabilidad de la histórica sede de Caramelo en el polígono de A Grela, en A Coruña. La enorme nave industrial que inicialmente iba a ser entregada a Abanca como pago de la deuda dentro del concurso de acreedores de la firma textil quedó de nuevo en manos del empresario gallego a través de Starco Invest, que tiene en su accionariado a otros dos destacados socios, José Collazo, el magnate de Comar, y Modesto Fernández. El destino que la promotora le daría a estas enormes instalaciones estaba en el aire, sin descartase que iniciase una actividad distinta a su uso original. Pero finalmente, la compañía busca un comprador o al menos un inquilino para sacar rendimiento al inmueble.
El cartel de «se vende o se alquila» lleva unos meses colgado en el edificio, visible desde la transitada avenida de Finisterre, en su esquina con la calle Gambrinus. No es fácil encontrar ocupante para la nave por sus grandes dimensiones. En ella se mantuvo la fabricación de ropa hasta hace menos de un año, cuando Caramelo se trasladó a su actual sede del polígono de Vío, construida también con la implicación de Jove. Todo queda en casa porque Inveravante, el brazo inversor de Jove, es dueño de la Sociedad Promotora de Vío a medias con José Collazo, su socio en Starco Invest. Caramelo (propiedad de Invervante) fue el primer inquilino de este polígono industrial, el de más reciente construcción en la ciudad.
9 millones de euros
La planta se está comercializando a un precio de 9 millones de euros, según ha confirmado la compañía. Starco Invest admite la posibilidad de venderla o alquilarla a varios clientes, si bien, la operación tendría que hacerse en bloque. Es decir, que dos o más compradores acuerden adquirir la nave al mismo tiempo o, simplemente, alquilarla. El notable tamaño del inmueble, de 17.000 metros cuadrados, admite esta posibilidad. Allí se desarrolló la actividad de diseño, corte y confección que durante cuatro décadas gestionaron las familias Caramelo y Gestal y que hace casi diez años pasó a manos de Jove.
Desde Abanca señalan que el banco no llegó a ser adjudicatario de la nave, a pesar de que así figuraba en el pacto alcanzado en febrero de 2014 entre Caramelo y las sociedades con las que mantenían deudas, para superar el concurso de acreedores en el que entró voluntariamente hace casi tres años y del que salió con una quita del 80% de su deuda hace menos de dos. Por el camino se aplicó un ERE firmado en verano de 2013 que afectó a 180 puestos de trabajo. Ahora, la emblemática firma textil gallega afronta una nueva etapa con imagen renovada y busca su lugar impulsada por quien, según la lista Forbes, es el tercer gallego más rico, por detrás de Amancio Ortega y su hija Sandra: el coruñés Manuel Jove.