José Silveira encarga sus tres nuevos buques a astilleros de Asia
Elcano, la naviera del empresario José Silveira, recibirá tres nuevos buques en los próximos meses procedentes de astilleros de China y de Japón
El sector de la construcción naval gallego va despertando poco a poco de su letargo. Este mismo miércoles, el director ejecutivo del astillero vigués Barreras, José García Costas, anunciaba la construcción de un nuevo ferry para la naviera Armas y la llegada de nuevos pedidos que «no tienen que ver con Armas ni con Ritz Carlton» que se anunciarán a finales del próximo mes. Sin embargo, José Silveira Cañizares, el gran armador gallego, sigue confiando la construcción de sus buques a los astilleros asiáticos.
El astillero Ningbo Xinle Shipbuilding Group es el principal grupo constructor de China al que acude Silveira. En febrero de 2017, Elcano incorporó un quimiquero a su flota procedente de ese astillero. También realizó el primer pago (3,2 millones de dólares) de un buque cisterna que dependerá de Elcano Tanker Limited, una sociedad con sede en Malta, cuya entrega está prevista para el segundo trimestre de 2019.
Antes de esa fecha, en la primera mitad de este año, la naviera incorporará dos metaneros que se construyen en el astillero japonés Imabari. Se trata del Castillo de Mérida, con 176.300 metros cúbicos de capacidad de carga, entregado el pasado 27 de marzo y fletado a Gas Natural con un contrato por tiempo a largo plazo hasta 2037, y del Castillo de Caldelas, todavía pendiente de entrega.
El ‘Castillo de Caldelas’ será el próximo buque en sumarse a la flota de naviera Elcano.
La flota de Silveira está integrada petroleros, quimiqueros, bulkcarriers o graneleros, navíos de transporte de gas licuado de petrólero y buques de suministro de productos petrolíferos. A ellos se sumará el segundo semestre de 2019 un petrolero fletado en time charter por CLH y que ya se encuentra en fase de construcción.
En las últimas dos décadas, la flota ha ido perdiendo la impronta gallega, hasta el punto de que más del 80% se ha construido fuera del país, fundamentalmente en los astilleros asiáticos. Parte de la culpa la tiene el hecho de que los grandes mercantes no son el punto fuerte de las empresas gallegas del naval, aunque para coger experiencia no hay nada mejor que la práctica. De momento Silveira no parece estar por la labor de volver a apostar por Galicia. En Asia no le va mal.