El retiro dorado en Ferroglobe del presidente repudiado por Indra
Javier Monzón se incorporó a la dirección de Ferroglobe solo un mes después de ser relegado como presidente honorífico de Indra por ocultar datos a su consejo
Ferroglobe seguirá contando con Javier López Madrid como director y presidente ejecutivo a pesar de su implicación en la ‘operación Lezo’. Al menos así lo ha asegurado este martes su suegro, Juan Miguel Villar Mir, que es también el máximo accionista del grupo resultante de la fusión de Ferroatlántica –con importantes activos en Galicia– y la multinacional norteamericana Globe, tras la junta de accionistas de la constructora OHL, que también controla, y de la que López Madrid acaba de cesar como consejero.
El yerno del empresario, que también mantendrá sus responsabilidades dentro del Grupo Villar Mir, es el máximo representante de un consejo del que también forman parte el hijo de Villar Mir, Juan Villar-Mir de Fuentes; Tomas García Madrid, o Javier Monzón, que ejerció más de dos décadas como presidente de Indra, compañía recientemente fusionada con Tecnocom.
López Madrid comparte el consejo de Ferroglobe con su cuñado y con el expresidente de Indra, entre otros
Monzón, que además de consejero es miembro del Comité de Auditoría y presidente del Comité de Compensación, llegó a Ferroglobe en diciembre de 2015, un año después de dejar la presidencia de Indra en manos de Fernando Abril Martorell y solo dos meses después de ser relegado de la presidencia de honor de la misma tras descubrirse que había ocultado al consejo de administración de la firma controlada por la SEPI información sobre la adquisición con cargo a los fondos de la empresa de un avión para su uso privativo.
Retribución
La aeronave acabó en manos de Cristiano Ronaldo, y Monzón, con un puesto en el consejo que preside su amigo Javier López Madrid. En 2016, según consta en el informe anual presentado por Ferroglobe ante el regulador estadounidense –la firma cotiza en el Nasdaq–, el empresario se embolsó 193.418 dólares en concepto de retribución y 10.162 por beneficios. En total unos 190.000 euros, a los que hay que sumar los 19.400 títulos de la compañía que le adjudicaron por sus servicios, más los 22 millones que se llevó tras su salida de Indra.
Sin embargo, Ferroglobe no es la única empresa en que el expresidente de Indra está presente tras ser repudiado por su consejo. Desde 2004, Monzón es también consejero de ACS y miembro del Consejo de Supervisión de la francesa Lagardère SCA desde 2008, así como miembro del consejo consultivo del grupo Chemo y asesor senior del presidente ejecutivo del grupo en Banco Santander (y miembro del consejo de Santander España), ambos desde junio de 2015, apenas unos meses después de dejar la presidencia, pero antes de conocerse el embrollo del avión.