Itínere, más allá de la AP-9: dispara casi un 50% el beneficio de sus otras autopistas gallegas
La concesionaria de la AP-9 se embolsó casi cuatro millones con las autopistas AG-55 entre A Coruña y Carballo y la AG-57 entre Puxeiros y Val Miñor
Itínere saca provecho de todas las autopistas gallegas. La matriz de Audasa (concesionaria de la AP-9) ha visto como Autoestradas de Galicia cerraba el ejercicio 2021 disparando su beneficio neto un 43,9% respecto al año anterior.
La sociedad a través de la cual Itínere explota las autopistas AG-55 y AG-57, que conectan A Coruña con Carballo y Puxeiros con Val Miñor, respectivamente, incrementó sus ganancias a un ritmo que duplica al repunte protagonizado por su cifra de negocio.
En concreto, los ingresos de la compañía aumentaron un 22,9% respecto a 2020, hasta instalarse en los 15,2 millones de euros. «El fin de las restricciones a la movilidad supusieron un importante impacto positivo en los niveles de tráfico de la autopista que opera la sociedad y, consecuentemente, en su volumen de ingresos respecto a los registrados en 2020», revela la compañía en su memoria anual.
Acude a los tribunales por el golpe del Covid
Autoestradas de Galicia ha dado un empujón a su cuenta de resultados después de ver cómo la relajación de las restricciones contra el Covid-19 le permitían recuperar sus volúmenes de tráfico «La intensidad media diaria (IMD) del conjunto de todos los tramos operativos sujetos a peaje durante 2021 fue de 10.821 vehículos (8.756 vehículos durante 2020), lo que ha supuesto un crecimiento del tráfico del 23,58% respecto al mismo periodo del año anterior», recalca la compañía.
El mayor incremento se ha dado en vehículos ligeros (un 24,1% más que en 2020), mientras que en vehículos pesados (camiones), la subida se quedó en el 13,7%.
De esta forma, Autoestradas de Galicia remonta el vuelo tras un 2020 en el que sus resultados se vieron golpeados como consecuencia de la pandemia. Es por ello que la sociedad acudió a los tribunales el pasado mes de enero para solicitar el «restablecimiento del equilibrio económico financiero del contrato de concesión». «El fundamento de esta solicitud es el ejercicio de un derecho contractual al mantenimiento del citado equilibrio económico financiero, basado en la aparición de circunstancias imprevisibles y extraordinarias, y en la adopción, por las distintas Administraciones, de medidas que han imposibilitado la ejecución del contrato de concesión en los términos previstos», subraya la firma.
La sociedad, que invirtió casi medio millón de euros en actuaciones de reposición y reparación a lo largo de 2021, espera un crecimiento del tráfico del 3,3% para este 2022 . Se trata de un incremento que no le permitiría, según subraya, recuperar sus niveles previos al estallido de la pandemia.
De Audasa a Autoestradas de Galicia
De esta forma, Itínere saca tajada de todas sus autopistas gallegas. Y es que, además de la AG-55 y la AG-57, la firma controla Audasa, la concesionaria de la AP-9. Esta última estiró sus ganancias hasta los 50,7 millones de euros en 2021, superando así por un 20% sus registros anteriores al Covid-19.
Autopistas del Atlántico, al igual que Autoestradas de Galicia, también presentó una solicitud de restablecimiento del equilibrio económico financiero del contrato de concesión. Fue en octubre de 2020 cuando la firma presentó esta petición ante el Ministerio de Transporte «como consecuencia de los daños sufridos a razón de los efectos del Covid, motivados por las restricciones de movilidad implementadas por las distintas administraciones públicas”. En total, la compañía calcula que las restricciones dictadas al amparo del estado de alarma entre marzo y septiembre de 2020 le causaron un perjuicio de 46,2 millones de euros.
La solicitud fue rechazada en vía administrativa por el Gobierno, motivo por el cual Audasa acudió a la vía judicial el pasado mes de febrero para reclamar esta cantidad por la vía de lo contencioso-administrativo.