Isolux hizo caja con sus negocios en Galicia ante el rescate de la banca

El grupo puso en venta aparcamientos, traspasó Emesa y sus parques eólicos y cerró T-Solar tras recibir millonarias ayudas públicas

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La crisis de Isolux Corsán, una de las mayores constructoras de obra pública en Galicia durante los últimos años, acabará previsiblemente con su presidente, Luis Delso, apartado de la gestión directa de la compañía, condición impuesta por la banca acreedora como peaje por la refinanciación de 4.600 millones de deuda que ponen en riesgo la viabilidad del grupo.

Pero los problemas de tesorería de Isolux no sólo castigan a su cúpula. También a buena parte de sus filiales y áreas de negocio, entre ellas, las que la constructora fue hilvanando en su expansión por Galicia. Eólicos, aparcamientos, biocombustibles, paneles solares y factorías vinculadas a su división de ingeniería se desplegaron por territorio gallego, dejando tras de sí cifras millonarias de números rojos y de ayudas públicas.

La crisis de la empresa forzó la pérdida de control de los aparcamientos en 2014, la venta de Emesa en 2015 y el traspaso de un parque eólico este mismo año, todo en medio de la refinanciación de la deuda de T-Solar, firmada el diciembre pasado, y de la del grupo, que está cerca de concretarse actualmente.

El ‘bluf’ fotovoltaico

El pinchazo más conocido de Isolux en Galicia fue el de T-Solar, la fábrica de paneles de Ourense que nació para liderar el mercado de componentes a nivel europeo y alcanzar con facilidad los 100 millones de cifra de negocio. La sociedad vinculada, T-Solar Global, entró en concurso y después en liquidación, no sin antes recibir 5,8 millones del Igape para la compra de terrenos y construcción de las instalaciones y otros 6 millones del Ministerio de Industria.

Actualmente, el grupo T-Solar, que gestiona los proyectos fotovoltaicos de la compañía y donde estaba integrada la fábrica ourensana, tiene puesto el cartel de ‘se vende’, tras hacerse más digerible el diciembre pasado al refinanciar 600 millones de deuda.

Aparcamientos en Vigo

No fue el único negocio gallego en manos de Isolux, una de las mayores adjudicatarias de obra pública en Galicia en 2013 con más de 36 millones en contratos según el informe de la Federación Gallega de la Construcción. De hecho, en el grupo se mantienen tres aparcamientos ubicados en Vigo en regimen de concesión, uno en la Praza de América, otro próximo a El Corte Inglés y un tercero al lado de la Praza de España.

El negocio de aparcamientos fue puesto a la venta en 2013, pero al año siguiente dejó de estarlo. En lugar de buscar comprandor, la compañía se lo entregó a los fondos. Según explicó en su memoria Isolux, «el grupo procedió a firmar un acuerdo con diversos fondos de inversión que actúan en forma coordinada a través de Oak Hill Advisors» por el que se comprometían a realizar una inversión «en forma de préstamo» de 100 millones de euros en la división de aparcamientos, 57 instalaciones con cerca de 30.000 plazas.

El objetivo era venderlos en bloque a partir de 2019 y que los fondos se repartiesen lo ingresado por la venta. Isolux Aparcamientos cerró 2014 con pérdidas de 2,5 millones y unos ingresos de explotación de casi 8 millones.

Adiós a Emesa

Menos paciencia tuvo Isolux Corsán con la factoría coruñesa especializada en estructuras metálicas, Emesa. En octubre del año pasado traspasó la planta al grupo Soil tras encadenar seis ERE prácticamente consecutivos.

El agujero de Elaborados Metálicos Emesa era considerable. En 2012 perdió 7 millones, en 2013 registró números rojos por valor de 4,4 millones, y en 2014 obtuvo un resultado negativo de 1,6 millones. En el mismo periodo, la cifra de negocio se redujo a menos de la mitad, de los 21,1 millones a los 9,9 del último balance presentado.

Isolux Corsán contaba con dos factorías más en Xove y Ourense castigadas por sendos ERE.

Las renovables

Tampoco el terreno de las renovables gallegas fue propicio para el grupo de Luis Delso y José Gomis. Isolux traspasó sus adjudicaciones en Guitirz y Friol, los parques Cova da Serpe y Cova da Serpe II. El primero acabó en manos de Gecalsa ya en 2010 y ahora pertence a Gas Natural Fenosa. El segundo fue traspasado este mismo año al fondo Hopefield Investments, según consta en el Registro Mercantil.

El mayor proyecto vivo de Isolux en Galicia es Infinita Renovables, que con no pocos apuros puso en marcha la prometida planta de biocombustibles en Ferrol, aunque no la explota directamente. Es Masol Iberia Biofuels, del grupo indonesio Musim Mas, quien tiene la cesión de las instalaciones desde 2014. Para la construcción, la compañía recibió 14 millones en ayudas a través del Plan Ferrol a las que tuvo que renunciar.

Además del espacio en el puerto ferrolano, Infinita tiene otra instalación similar en Castellón. En el ejercicio 2014, la división de biocombustibles aportó al grupo pérdidas de 5,1 millones.

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