Inveravante, el grupo de la familia Jove, recibió 45 millones en préstamos ICO el año de la pandemia
Los ramas de negocio hotelera y bodeguera de la corporación empresarial de los Jove se vieron especialmente golpeadas por la pandemia, lo que llevó al grupo a solicitar los créditos estatales para empresas afectadas por el coronavirus
Inveravante, la corporación empresarial de la familia Jove, regresó el año anterior a la pandemia a los beneficios. En la obtención de los 13 millones de euros de ganancias con los que cerró el ejercicio 2019 influyó de manera decisiva el salto cualitativo que dieron sus promotoras, que dispararon ingresos. No obstante, el 2020 fue distinto. La pandemia del coronavirus impactó de manera notable en las áreas de negocio dedicadas a los hoteles y a las bodegas. Debido a eso, el grupo articuló distintas medidas para mitigar la paralización de la actividad en estos segmentos y obtuvo 45 millones de euros mediante la línea de créditos ICO para empresas especialmente afectadas por el Covid.
Así lo revelan las cuentas individuales de Inveravante Inversiones Universales, sociedad matriz del grupo coruñés levantando por Manuel Jove, empresario fallecido el pasado 2019. En la actualidad, la corporación está presidida por su hijo Manuel Ángel Jove, siendo su hermana, Felipa Jove, la vicepresidenta.
Hoteles, bodegas y energía
Los administradores de Inveravante explican en la memoria que acompaña al balance de la sociedad que a lo largo del ejercicio 2020, “la sociedad continuó sus inversiones, especialmente en el área inmobiliaria a través de sus filiales”. Precisamente, fue la apuesta de los Jove por la vuelta a la ladrillo y a las promociones en el territorio español lo que propició el regreso del grupo a los beneficios en el ejercicio 2019. No obstante, apunta la sociedad de los Jove que “la pandemia declarada a nivel internacional ha tenido un impacto significativo en la evolución operativa de algunas de las áreas del grupo, especialmente la actividad hotelera, debido principalmente al efecto de las diferentes restricciones a la movilidad aplicadas en los países en los que el grupo opera”.
De esta forma, la crisis pandémica cortó el ascenso de la cadena hotelera Attica 21, que en 2019 había registrado mejoras generalizadas tanto en facturación como en rentabilidad.
Pero, además, la pandemia también impactó sobre otras dos áreas de negocio del grupo. Según informa la compañía, la actividad bodeguera también se vio severamente afectada “por las restricciones impuestas a la hostelería”. También “una parte de la actividad de energía, por la disminución de la demanda y, en consecuencia, de los precios spot”.
Créditos ICO
“No obstante, los administradores de la sociedad han adoptado diversas medidas para mitigar los efectos de esta reducción de actividad que han incluido, entre otras, el cierre de algunos hoteles especialmente penalizados por las limitaciones de movilidad, la realización de Expedientes de Regulación Temporal de Empleo (ERTEs) y la aplicación de otras medidas de contención del gasto”, explican, para destacar, además, la financiación de 45 millones de euros obtenida a través de los créditos del Instituto de Crédito Oficial. Estos préstamos cuentan con un año de carencia y un periodo de amortización de cinco.
A pesar de todo, indica la sociedad que “teniendo en cuenta la diversificación sectorial de las filiales de la sociedad, su situación patrimonial, su situación de tesorería y las estimaciones actuales, los administradores consideran que no se compromete el principio de empresa en funcionamiento”.
De hecho, el negocio inmobiliario continuó a pesar de la pandemia. En estos momentos, la filial Avantespacia ofrece promociones en A Coruña, Vigo, Oleiros, Corme, Pamplona, Zaragoza, Granollers, Las Palmas, Madrid, Colmenar Viejo, Málaga, Estepona y Fuengirola, en España, además de en Tánger y Casablanca, en Marruecos.