Xeal, Megasa, Feroatlántica… la industria gallega se reactiva en verano a la espera de Alcoa

La siderúrgica de la familia Freire pone fin al ERTE que activó en junio, tras la fuga de una fuente radiactiva de Cesio-137 en la factoría de Narón, mientras que Xeal arranca uno de sus cinco hornos y valora comenzar a operar con otro a finales de agosto

Imagen de la factoría de Xeal en Cee / Xeal

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La industria gallega parece retomar, poco a poco, la actividad, a la espera de que se reactiven las series de electrólisis de Alcoa en San Cibrao en enero de 2024.Tras los parones provocados por los costes del precio de la energía, compañías como Xeal o Ferroatlántica han vuelto a arrancar alguno de sus hornos. Situación distinta es la de Megasa que, tras un parón en su planta de Narón provocado por una fuga radiactiva del pasado 8 de enero de junio, vuelve a operar con total normalidad. 

La primera siderúrgica gallega, en manos de la familia Freire, activó un expediente de regulación temporal de empleo (ERTE) por causas de fuerza mayor para el personal de la sección de acería, a consecuencia de la fusión accidental de una fuente de Cesio-137, que afectó a unos 50 empleados de los 120 que trabajan en la factoría. El resto de secciones de la planta, como por ejemplo la de laminación, continuó con su ritmo habitual de trabajo. 

Tal y como han confirmado fuentes sindicales a Economía Digital Galicia, el “ERTE finalizó el 2 de julio” y tras unos días de vacaciones, los empleados afectados se “reincorporaron el 25 de julio”. “Se hicieron las pruebas oportunas para comprobar la descontaminación y nos han dado el visto bueno”. Según explican estas mismas fuentes, por ahora el expediente en el Consejo de Seguridad Nuclear continuará abierto “hasta que se retiren los residuos que se limpiaron”. No obstante, garantizan que la planta está trabajando con total normalidad. 

Xeal arranca dos hornos

Xallas Electricidad y Aleaciones (Xeal) también ha iniciado, aunque de forma más discreta, la actividad. Según han señalado fuentes de la parte social a Economía Digital Galicia, actualmente tienen en marcha un horno de los cinco con los que cuenta la compañía. “Estuvimos bastante tiempo parados hasta que a finales de julio se arrancó un horno de la planta de Dumbría”, exponen.

En cuanto a la previsión de actividad para los próximos meses, por el momento, no parece que vaya a haber mucho más movimiento, si bien es cierto que es probable que “a finales de mes se arranque uno de los hornos de ferrosilicio de Cee”.

La compañía, según anunció el pasado jueves, ha realizado en el primer semestre inversiones por valor de más de dos millones de euros en sus divisiones de ferroaleaciones y energía. En concreto lo han realizado en cuatro ejes estratégicos: seguridad y salud, cuidado del medio ambiente, mantenimiento de los activos a largo plazo y la mejora de la eficiencia y la productividad. 

Por otro lado, están ejecutando en dos hornos de la fábrica de Dumbría el proyecto de aspiración y filtrado de gases, presupuestado en 2,8 millones.

Arranque puntual de Ferroatlántica

A principios de agosto, tal y como avanzó Economía Digital Galicia, la planta de Sabón de Ferroatlántica arrancó uno de sus tres hornos en una vuelta a la actividad “puntual” que, previsiblemente, se extenderá por un periodo aproximado de dos meses para cumplir con un pedido. 

La factoría de Astillero (Cantabria) también comenzó a operar en la misma fecha con uno de sus cuatro hornos después de estar meses sin actividad por los costes energéticos. Desde marzo de 2021, tras la invasión rusa a Ucrania, la factoría cántabra se vio obligada a parar todos sus hornos por el elevado coste de la energía a la espera de que se redujera el precio de la luz, una situación que se repitió en agosto de 2022 y que se aplicó también a la planta de Sabón.

Según explicaron a este medio desde el comité de empresa, “la excepción ibérica no sirve para la industria”. La parte social de la compañía recordó que siguen a la espera de los acuerdos o contratos de compraventa de energía (PPAs por sus siglas en inglés) que permitan reactivar las plantas en 2024 ya que el 2023 “lo dan por perdido”. 

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