Inditex ve una oportunidad para “acercar” las fábricas del textil deslocalizadas en Asia
El director de desarrollo corporativo de la multinacional, José María Álvarez, ve una oportunidad para el sector ya que la producción en proximidad reduce los costes, el consumo de energía y el impacto ambiental
La vieja idea de que una crisis es también una oportunidad podría aplicarse al momento de profunda transformación económica actual, derivada del proceso de descarbonización, del desarrollo tecnológico y del impacto causado por el coronavirus. Esta tesis vertebró la participación del director de desarrollo corporativo de Inditex, José María Álvarez, en una jornada organizada por Faro de Vigo sobre los desafíos de la economía gallega, en la que reconoció que su compañía es «especialmente inquieta», pues tiene el objetivo de ser «lo suficientemente rápida, flexible y eficiente para saber lo que quieren los clientes y proporcionarlo».
El directivo de la multinacional de Amancio Ortega señaló a la digitalización y la sostenibilidad como los dos «vectores de transformación», advirtiendo que el impacto ambiental no es una cuestión baladí, sino que forma parte de «los criterios y los procesos de toma de decisiones». «No miramos lo sostenible como un calificativo, sino que forma parte de nuestro día a día«, remachó.
Álvarez habló sobre la industria textil gallega como un sector con importantes ventajas en este proceso de transformación. «Entendió la relevancia de ser competitivo a nivel global y hay muchas compañías de nuestro sector que entendieron que el centro de decisión puede estar aquí, pero el nivel de competencia es global», explicó, haciendo alusión a Adolfo Domínguez o Textil Lonia, entre otras empresas.
En el contexto actual, prosiguió el directivo, «hay una grandísima oportunidad» debido a su propia transformación. «Los centros de producción se han ido alejando, pero ahora hay una oportunidad para que se vuelvan a acercar. Por una parte vas a tener mejor tiempo de respuesta, vas a abaratar costes, consumo de energía e impacto medioambiental», explicó en referencia al sector textil. En este sentido apuntó a que la industria necesita «materia prima» que pueda ser «reutilizada». «Esto te permite cerrar el círculo de forma más eficiente en lo económico, lo social y lo ambiental», añadió.
El impacto de Inditex en Galicia
Álvarez también intentó esbozar el impacto económico que tiene Inditex en Galicia, algo difícilmente medible, según reconoció, pues hay un efecto indirecto de la actividad y del mantenimiento de los centros de decisión de la multinacional en Arteixo (A Coruña) que no está cuantificado. «Probablemente del 75% de nuestras ventas están dirigidas desde Galicia. A nivel corporativo podemos estar alrededor de 4.800 personas, más o menos. En logística hay otros 1.800, además de 86 tiendas, con otros 2.000 compañeros, más o menos», enumeró.
Pero el gigante que preside Marta Ortega provoca además lo que frecuentemente se denomina efecto tractor y que en su caso tiene incluso una dimensión histórica. «Lo que tenemos es una red de suministro, de proveedores, que ha venido creciendo con nosotros. La compañía inició su proceso de internacionalización y para ello necesitamos ayuda. Buscamos proveedores y les pedimos ayuda para abrir las tiendas, por ejemplo, pero también para transportar las prendas, para capturar la información de dónde estábamos enviando la mercancía y qué ocurría con ella. Hay una serie de compañías que nos han acompañado y que afortunadamente se han convertido en referentes mundiales de su propia actividad. No es solo que hayamos crecido, nos hemos ido apoyando en aquellos socios absolutamente necesarios para el éxito de Inditex y que como resultado de su actividad se han convertido en líderes o referentes de su sector», expuso el director de desarrollo corporativo, haciendo referencia a empresas como Caamaño, Cándido Hermida, Aluman o Malasa, aunque no citó a ninguna.
Álvarez también puso en valor la colaboración con las tres universidades gallegas y destacó que son unos «grandísimos usuarios de tecnología», que utilizan para capturar, compartir y analizar información clave para la toma de decisiones. «Las raíces son muy profundas en esta tierra, con mucha interrelación en el ecosistema empresarial«, concluyó el directivo.