Inditex extrema las medidas: tomará la temperatura a los trabajadores
La multinacional de Amancio Ortega activa otra medida contra el Covid-19 y empieza a tomar la temperatura a los trabajadores del almacén de Zara en Arteixo
Inditex va añadiendo elementos a su particular “nueva normalidad”, ahora conformada por las medidas de prevención que exige el progresivo incremento de la actividad ante la pandemia por coronavirus. La multinacional de Amancio Ortega, que la semana pasada confirmó que realizaría pruebas del Covid-19 al personal que presente algún riesgo, comunicó este lunes a los sindicatos que tomará la temperatura a los trabajadores que accedan al almacén logístico de Arteixo, sede del grupo y uno de los engranajes de distribución de Zara.
La dirección no aclaró el método que utilizará para medir la temperatura corporal a los empleados, si bien, en la Fundación Amancio Ortega se han realizado mediciones por medio de pistolas de infrarrojos que permitían que los trabajadores no tuvieran que bajarse del coche, informan en la CIG.
Las instalaciones coruñesas serán las primeras en las que se ponga en práctica esta medida que, según apunta CC.OO., podría extenderse a otros centros logísticos. Al menos, el sindicato tiene intención de consultar a la dirección de Inditex al respecto.
Misma medida que en las tiendas
No es la primera vez que el gigante textil establece el control de temperatura como criterio para que su plantilla acceda al centro de trabajo. Cuando reincorporó personal a las tiendas, cerradas desde el 14 de marzo, para gestionar el stock de prendas de cara a la venta online, también comunicó a su plantilla unas medidas preventivas que pedían que se tomaran la temperatura en casa antes de acudir al establecimiento. Si superaban los 37,5 grados, no podían incorporarse al puesto de trabajo y debían ponerse en contacto con el servicio médico. Todo apunta a que esta medida se extenderá también a los centros logísticos.
Precisamente, estos centros de distribución han sido los únicos que han mantenido actividad durante todo el estado de alarma, aunque en servicios mínimos. Inditex redujo la jornada de los trabajadores prácticamente a la mitad, de manera que permanecieran en las instalaciones el menor tiempo posible, no hubiera coincidencia en los turnos y fueran posibles las operaciones sin utilizar espacios comunes como el comedor o los vestuarios.