Miedo a la ‘Zaradependencia’: medio sector textil portugués vive de Inditex
La patronal del textil admite la dependencia de Inditex en los proveedores del norte de Portugal e insta a la industria a diversificar clientes
La insolvencia de dos firmas textiles de fuerte arraigo en Portugal, la antigua Triumph en Loures y Ricon en Vila Nova de Familaçao, ha reabierto el debate sobre las debilidades de un sector que ha experimentado un crecimiento extraordinario como proveedor de las multinacionales de la moda.
Dejan cerca de un millar de trabajadores en la calle. En el caso de Ricon, la más voluminosa, radicada en el norte de Portugal, a causa de la excesiva dependencia de un solo cliente, la multinacional Gant, del mismo grupo que Lacoste. Si el cliente estornuda, como le pasó a Viriato con El Corte Inglés, el negocio del proveedor entra en la UCI y Gant decidió cancelar pedidos, achacando a Ricon impagos derivados de la gestión de sus tiendas portuguesas.
Galicia como mercado, Inditex como cliente
El colapso de Ricon en el corazón de la industria textil lusa –la zona norte concentra alrededor del 90% de la facturación y más del 80% de las empresas—ha preocupado lo suficiente a la patronal del sector, la Associação Têxtil e Vestuário de Portugal, como para recomendar a los profesionales que diversifiquen su operativa con más clientes y más mercados.
Galicia es una plaza de referencia para medir esta dependencia. Los encargos procedentes de territorio gallego están cerca de los mil millones anuales, según datos de la propia patronal. En Portugal compran Adolfo Domínguez, Bimba y Lola, Roberto Verino o Florentino, pero Inditex es el principal cliente. Hasta el punto de que la asociación empresarial admite una dependencia de la multinacional de Amancio Ortega y un problema difícil de solucionar que siguiera el mismo camino que Gant.
Lazos difíciles de romper
Así se pronunciaba el director general de la patronal, interrogado por la agencia de noticias Lusa, pero mostrando una confianza inquebrantable en el modelo desarrollado por las empresas. «Portugal es tan importante para Inditex como Inditex es importante para Portugal”, afirmaba Paulo Vaz.
“Hay una relación de simbiosis que es difícil de cortar, una relación de proximidad y trabajo conjunto que es también la razón de ser del modelo de negocio de Inditex, basado en la rapidez que exige el fast fashion”, añadía.
Para la patronal textil, “la proximidad geográfica y cultural con Galicia” ofrece “tranquilidad”, porque, de lo contrario, “habría un problema de complicada solución”.
El impacto de Inditex
La influencia de Inditex en la industria textil del norte de Portugal es doble. Fue el motor de la recuperación, impulsando el modelo de respuesta rápida en el que se especializó la zona norte y que acabó atrayendo a otras multinacionales que siguieron los pasos del gigante de Arteixo. Así lo reconoció el ministro de Economía de Portugal, Manuel Caldeira Cabral, que en una entrevista a El Pais señalaba que “las producciones cortas y próximas de Inditex recuperaron la industria textil”.
La multinacional hizo encargos a 170 proveedores portugueses en su último ejercicio asociados a 868 fábricas. Ese año, según el dato desvelado por Pablo Isla en la presentación de resultados del 15 de marzo, Inditex inyectó 1.500 millones en la industria textil portuguesa.
Pablo Isla estimó en 1.500 millones los encargos a los proveedores portugueses en el último ejercicio cerrado de Inditex
Entre Portugal, Turquía y Marruecos conforman el 60% de su red de abastecimiento en lo que la compañía, que opera a nivel planetario, considera producción en proximidad.
Pero no solo por el suministro de prendas es importante Inditex. Con datos de 2015, Retail Index estableció que la multinacional representaba un 40% de las ventas de ropa en Portugal. Allí desplegaba el año pasado 337 tiendas, siendo el sexto mercado del grupo.
No poner todos los huevos en la misma cesta
La zaradependencia existe, pero es indestructible. Esa es la tesis que mantiene la patronal en un momento dulce del sector textil, pues acaba de lograr su récord histórico en exportaciones, 5.200 millones. La última cifra semejante databa de 2001, 5.087 millones, coincidiendo con el inicio de un periodo de intensa deslocalización. En el regreso de parte de esa producción que hizo las maletas, Portugal se adelantó a zonas con una fuerte tradición en el área de confección, como Galicia, implantando un modelo eficiente y, sobre todo, veloz.
Este modelo permite que, días después de la quiebra de Ricon, el Gobierno de Familaçao anuncie que hay una bolsa de empleo para unas 300 personas que pueden ser reubicadas, fundamentalmente, en el sector textil. Entre las empresas que piden trabajadores están proveedores de Inditex como Riopele (Zara y Massimo Dutti).
La insolvencia de la empresa llegó en «uno de los periodos más positivos del sector», pero la patronal advierte: “Es una regla de sentido común no colocar todos los huevos en la misma cesta y hacer una diversificación entre varios clientes y mercados. Nosostros, como asociación, intentamos que las empresas tengan conciencia de que hay más mundo del que conocen y que diversificar es un acto de buena gestión y de prudencia”.