Iberdrola, Endesa y Naturgy tienen ocho embalses de Miño-Sil por debajo del 40% de capacidad
Las presas gestionadas por Endesa tienen una ocupación similar o incluso más alta que el año pasado, pero en las de Naturgy e Iberdrola los niveles caen a menos de la mitad que en 2020
Doce días después de que la ministra Teresa Ribera considerara “escandalosa” la situación de los embalses de Ricobayo (Zamora) y Valdecañas (Cáceres) y con una investigación del Gobierno a Iberdrola y a Naturgy por sus operaciones hidroeléctricas en Galicia, el agua de las presas gallegas continúa bajando. Los datos de este martes muestran que los aprovechamientos de la cuenca Miño-Sil –que incluye también territorios de Castilla y León– están al 47,8% de capacidad, un descenso del 1,12% respecto a hace una semana y 23 puntos porcentuales por debajo de los niveles de hace un año, cuando se situaban en el 70,8%, según la información del Ministerio de Transición Ecológica.
De la treintena de presas que engloba la demarcación, hay ocho que están por debajo del 40% de capacidad, dos gestionadas por Endesa, tres de Naturgy y tres de Iberdrola. Entre ellas se encuentran las cuatro que investiga el Ejecutivo: As Portas y Censa, de Iberdrola; y Salas y Belesar, de Naturgy. En tres de estas instalaciones la reserva hidráulica menguó levemente en la última semana, aunque manteniendo niveles similares.
Además de los grupos de Ignacio Sánchez Galán y de Francisco Reynés, también Endesa gestiona embalses con unos niveles de ocupación por debajo del 40%. Se trata de las presas de San Sebastián (Zamora) y Las Rozas (León). Sin embargo, el embalse de San Sebastián está en cifras similares a las de hace un año, un 32,6% frente al 34,7% de 2020. Y en el caso de Las Rozas el balance es aún más favorable, pues estaba al 25% de ocupación en la misma semana de 2020, mientras que ahora se sitúa en el 32,1%. La misma comparativa interanual en el caso de Iberdrola y Naturgy desvela un descenso acusado de las reservas.
Las hidroeléctricas de Iberdrola
Iberdrola fue la primera empresa señalada por Teresa Ribera, que se hacía eco de las quejas de los alcaldes de los municipios afectados, que incluso llevaron sus denuncias a Europa. La ministra de Transición Ecológica apuntó a que la compañía vaciaba embalses para beneficiarse del alza en el precio de la luz, que batió récords este verano. El grupo de Sánchez Galán se defendió diciendo que era una operativa habitual, que pretendía desplazar a energías más caras y que las reservas se recuperarían, también como es costumbre, con las lluvias del otoño. Además incidió en que las operaciones están supervisadas por la Confederación Hidrográfica Miño-Sil, quien no dio cuenta de irregularidad alguna.
Lo cierto es que la compañía gestiona los dos embalses más vaciados, el de As Portas, con un 15,30% de ocupación cuando hace un año, en estas mismas fechas, estaba en el 75%; y el de Cenza, al 15% de capacidad frente al 50% de 2020. A estos habría que añadir el de Guistolas, en Trives (Ourense), que está al 40% frente al 60% del curso anterior.
Naturgy, a la mitad en Belesar y Salas
Naturgy, por su parte, opera tres presas con menos del 40% de capacidad de agua embalsada: Belesar, Salas y Albarelos. Los descensos más acusados son, precisamente, en las dos primeras, las que fueron expedientadas por Transición Ecológica. Tanto en Belesar como en Salas las reservas son la mitad que hace un año por las mismas fechas.
En ambas también se ha producido un leve descenso de la reserva en la última semana.