Guía práctica de optimización fiscal para autónomos
Los profesionales que trabajan por cuenta propia disponen de instrumentos útiles para reducir su pago al fisco. Sólo una decisión equivocada puede costar el primer año más de 2.500 euros.
Un simple error al inicio de la actividad de autónomo puede suponer más de 2.500 euros año de más sólo en pagos a la Seguridad Social. Los impuestos de sociedades y la correcta elección en el modo de sociedad o autónomo puede disparar la diferencia.
Éstas son las claves para no pagar más impuestos y tasas de las que exige la ley.
– Acogerse a la tarifa plana
– La tarifa plana para nuevos autónomos supone uno de los principales ahorros para los nuevos cotizantes. Durante los seis primeros meses, está disponible una tarifa plana de 50 euros en lugar de los 320 euros. Los próximos seis meses la tarifa se eleva hasta los 130 euros y en el segundo año alcanza los 180 euros. En total, el autónomo puede ahorrar 2.580 euros en los dos primeros años.
-¿Pago menos como autónomo o como sociedad?
– La primera reacción suele apuntar generalmente a optar por autónomo, ya que algunos de los gastos de la actividad son deducibles y, con los beneficios de la tarifa plana, resulta atractivo para los emprendedores. Pero la elección suele tener trampa, la como explica Javier Santos, consejero delegado de Infoautónomos. Si los ingresos de la actividad superan los 45.000 euros anuales la retención por el Impuesto sobre la Renta será muy elevado. Puede superar el 40% mientras que con el impuesto de sociedades ese porcentaje se reduce hasta el 15%, lo que supone una enorme diferencia.
Ningún caso es igual a otro. Si desde la empresa, se pretende sacar beneficios para llevarlos a casa, además del impuesto de sociedades, habrá que pagar el IRPF a través de dividendos, facturas o nóminas. Pero si el dinero se queda en la empresa para reinvertirse, el ahorro es impositivo es importante. Hay que sacar cuentas.
-¿Estimación directa o módulos?
– Es necesario hacer una correcta elección. En la estimación directa, los pagos son variables mientras que en los módulos son fijos. Es necesario realizar una correcta previsión de cuentas porque si la opción es equivocada, no es posible realizar un cambio de forma automática.
La declaración por módulos es más sencilla y favorece en especial a las actividades con altos ingresos. Pero no todos los sectores pueden acogerse a esta modalidad. La construcción, por ejemplo, es una de las excluidas. La declaración variable es más beneficiosa para las empresas que pueden tener dificultades de ingresos o grandes depresiones.
– El beneficio de la pareja
– La participación de una pareja en el negocio también puede reducir de forma considerable el pago de impuestos. Si la pareja trabaja en la sociedad y es contratada, la empresa quedará en un tramo más bajo de IRPF y puede tener un ahorro considerable por impuestos a través de esa vía.
– ¿Tres administradores en la sociedad?
– Un error que muchos emprendedores jóvenes cometen cuando crean una sociedad es nombrar a varios administradores. Tres amigos que montan una start-up, suelen colocarse como administradores cada uno de ellos. Por ello, se paga en Seguridad Social unos 900 euros al mes, explica el asesor Jesús Concha, de la asesoría de empresas que lleva su apellido. «Lo mejor es que uno sea el administrador y tome decisiones de forma consensuada», explica. Se ahorran dos cotizaciones a la Seguridad Social por mes.
– Crecer poco a poco
– En principio, lo más recomendable es comenzar como autónomo. En la medida en que se crezca en facturación, se puede crear una sociedad bien sea para solicitar créditos o para concursar en licitaciones de la administración pública. Pero iniciar la carrera como SL puede hacer incurrir al emprendedor en gastos perfectamente prescindibles.
– Gastos deducibles
– Una de las principales ventajas de los trabajadores autónomos es la deducción de gastos, pero no todos valen. No es legal deducir gastos del coche personal ni tampoco del teléfono si sólo se cuenta con uno. Para no tener problemas con la Agencia Tributaria, es necesario contar con dos líneas, una para el trabajo y otra personal, tal como advierte el consejero delegado de Infoautónomos.
Los trabajadores free lance que trabajan desde casa también pueden tener problemas con Hacienda por la deducción de los gastos de casa. No es posible atribuir a la actividad profesional el agua o la luz de todo el hogar. Sólo corresponde el del espacio dedicado al trabajo, que podría ser una habitación.
– Impuestos reducidos
– No hay que olvidarse de las retenciones reducidas (7%) para los nuevos profesionales y los impuestos de sociedades reducidas (15%) para las nuevas sociedades.