Guerra política y huelga por la concesionaria del autobús urbano de Vigo
PSOE y BNG han chocado en el pleno municipal por el conflicto en Vitrasa, que se asoma a nuevas movilizaciones y jornada de huelga por la negativa a pactar mejoras en el convenio colectivo
Nuevo episodio a cuenta de la disputa en Vitrasa. El comité de empresa de la concesionaria del bus urbano de Vigo ha confirmado que, a partir del 18 de septiembre, recrudecerán las protestas que mantienen desde hace meses y habrá paros parciales indefinidos, así como jornadas enteras de huelga.
Los sindicatos han anunciado esta nueva ronda de movilizaciones como la que tendrá lugar el 22 de septiembre con salida a las 19.00 horas desde el cruce de Urzáiz y Travesía y llegada la Plaza de Compostela. Los anuncios de estas nuevas protestas se han realizado en una jornada la de este martes en la que una representación del comité ha asistido al pleno ordinario municipal de Vigo.
En él, el BNG ha presentado una moción para instar al gobierno municipal a abrir un expediente a la concesionaria Vitrasa, incrementar las medidas de control y fiscalización ante los «incumplimientos» en materia de condiciones laborales, a «implicarse» para poner solución al conflicto, a convocar el consello sectorial municipal de transportes y a iniciar los estudios para remunicipalizar el servicio.
El portavoz nacionalista, Xabier Pérez Igrexas ha advertido de que los «flagrantes incumplimientos» de la empresa han llevado a que el bus urbano tenga un funcionamiento deficiente, con reducción de frecuencias y líneas, y con un conflicto laboral que se extiende desde agosto de 2021. Frente a esta situación, ha indicado, el gobierno se ha limitado a «salir en fotos con buses nuevos» y a aprobar una prórroga de la concesión en plena pandemia.
Pérez Igrexas ha afeado a Abel Caballero y sus concejales que se hayan «alineado» con la empresa, llegando a acusar a los trabajadores de mantener una «huelga política» y «tomando como rehenes» a los viajeros.
Choque en el pleno municipal de Vigo
En la misma línea, el PP (que apoyó la moción nacionalista), ha lamentado que el alcalde no haya aceptado nunca reunirse con el comité de empresa de Vitrasa, pese a que sí lo ha hecho con otros comités de empresa que nada tienen que ver con la acción municipal, como el del hospital Povisa.
El edil popular Miguel Martín ha criticado que el gobierno vigués «se pone al lado» de Vitrasa en este conflicto y lo ha responsabilizado de haber llevado «la situación hasta aquí» por la prórroga de la concesión.
Por su parte, el concejal Javier Pardo, ha defendido la posición del gobierno municipal, frente a unos trabajadores a los que ha acusado de «boicotear» el servicio, de tener «como rehenes a los ciudadanos» y de actuar según «intereses políticos».
Pardo ha defendido la prórroga de la concesión, «avalada por los tribunales», y ha asegurado que hay informes que destacan que la gran mayoría de los vigueses está satisfecho con el servicio de bus urbano. Asimismo, ha querido lanzar «un aviso a navegantes» y ha señalado que el Ayuntamiento ha encargado un estudio técnico sobre el servicio de bus urbano y «el daño al transporte lo hace quien lo boicotea».
La intervención de Pardo ha sido interrumpida en varias ocasiones por miembros del comité de Vitrasa, que han asistido como público al pleno, y a quienes el concejal socialista se ha dirigido diciendo: «Si no les gusta lo que escuchan, pueden abandonar el pleno».
Además de asistir al pleno, un grupo de trabajadores se ha desplazado poco después al cruce de Gran Vía con Lepanto, donde el alcalde, Abel Caballero había convocado a los medios con motivo del inicio del montaje del alumbrado navideño. Allí, los trabajadores increparon al regidor, al grito de «menos luces y más autobuses».