Guerra judicial entre el Santander y el Igape por la crisis de Blusens

El TSXG tumba una reclamación de más de siete millones del Santander por los avales que debía asumir el Igape en el rescate fallido de Blusens

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Millonaria guerra en los juzgados entre el Banco Santander y la Xunta, esta vez encarnada por el Igape, el brazo financiero de la Consellería de Economía. Y todo a cuenta de los avales concedidos en su día para el rescate de Blusens Technology, la central de compras de Blusens que acabaría en concurso de acreedores. En juego, una reclamación de nada menos que de 7,1 millones de euros.

No gasta pólvora en salvas el banco de Ana Patricia Botín. Y ha llegado a la Sala de lo Contencioso del Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG), ante el silencio inicial del propio Igape, primera instancia administrativa de sus reclamaciones. La sección primera de la Sala de lo Contencioso ha tumbado este mismo verano el recurso del Santander, con margen para elevar en casación el asunto al Tribunal Supremo.

Una operación de rescate fallida

El Santander abrió el frente judicial contra el Igape al entender que no dio cumplimiento al requerimiento de pago del aval otorgado en febrero de 2010, en garantía de las obligaciones asumidas por Blusens Technology mediante el contrato de préstamo suscrito entonces. La filial de compras de Blusens entró en concurso en octubre de 2013, y las operaciones que acarrearon la disputa se sustanciaron previamente, precisamente para evitar su quiebra.

El Santander armó su ataque por varias vías. Y también apuntaba a la Dirección Xeral de Política Financieira de la Xunta. El banco decidió denunciar la “inactividad de la administración” y reclamó el cumplimiento del pago por los compromisos suscritos, cifrado en un importe de 4,2 millones de euros, que se correspondían con el 60% de la deuda exigible en abril de 2016.

José Ramón García, fundador de Blusens

José Ramón García, fundador de Blusens

Los avales del préstamo millonario

De manera subsidiaria, el Santander añadía a la petición principal que se condenase a la Xunta, “en debido cumplimiento de las obligaciones dimanantes de los referidos avales a abonar al banco, en su calidad de entidad prestataria y agente del sindicato bancario que representaba, la cantidad de 2,9 millones de euros”, según recoge la sentencia a la que ha tenido acceso Economía Digital Galicia. En total, 7,1 millones.

La clave del conflicto, y la muleta en la que se apoyó la defensa del Igape, pivotaban sobre los compromisos incumplidos por la propia compañía, entonces pilotada por José Ramón García.  El contrato de préstamo se había firmado por 9,1 millones de euros en 2010, y un año más tarde se novaría con el Pastor incorporándose al pool, con otro millón de euros más.

Del primer préstamo (esos 9,1 millones), Blusens debía respetar la obligación de destinar a financiación del circulante un importe de 2,9 millones, y a la reestructuración de la deuda bancaria otros 6,1 millones. Otro actor emergía en esta operación. Y era Manuel Jove, fallecido este mismo año.

Las deudas con Manuel Jove

Una cláusula del contrato establecía que con el dinero prestado por el sindicato bancario Blusens Technology devolvería a Inveravante, del fundador de Fadesa, un total de 2,5 millones que previamente Manuel Jove le había prestado en octubre de 2009 para «dotación de circulante de la empresa». La sentencia de la Sala de lo Contencioso del TSXG deja claro que el Igape había avalado, en total, préstamos por 10,1 millones.

Y también recoge que el Igape, en su defensa, mantiene que las obligaciones respecto a la inversión en financiación de circulante fueron incumplidas. Y apoyaba en un informe su posición: si la financiación de circulante debía ser “como mínimo” de 2,6 millones, Blusens destinó tan solo 56.105 euros, es decir, tan solo 0,56%.

Tapar agujeros

Según recoge la sentencia, a la que ha tenido acceso Economía Digital Galicia, “las verificaciones efectuadas por los servicios técnicos del Igape no permiten concluir que el préstamo avalado permitiese a Blusens Technology SL disponer de liquidez prevista para financiar circulante, sino que fue dedicado de forma prácticamente íntegra a la refinanciación de deudas bancarias». La sala del TSXG ha dado credibilidad a la versión del Igape, por el incumplimiento en el destino de los fondos prestados, y el Santander se queda sin sus millonarias reclamaciones.

 

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