Guerra entre los comités de Alu Ibérica por el acuerdo con Alcoa
El comité de empresa de Avilés pide al de A Coruña que se "eche a un lado" después de que los trabajadores aprobasen por mayoría el acuerdo con Alcoa para poner fin a los conflictos judiciales
Trabajadores de Alu Ibérica en A Coruña exigen la intervención de la planta ante una situación «muy crítica». Foto: Europa Press
El presidente del comité de empresa de Alu Ibérica en Avilés dispara contra sus homólogos en A Coruña por el acuerdo con Alcoa para poner fin a los conflictos judiciales. José Manuel Gómez de la Uz ha instado a los representantes del comité de la planta herculina a «echarse a un lado» después de que los trabajadores de ambas plantas respaldasen por mayoría aceptar el acuerdo planteado por la multinacional estadounidense.
En unas declaraciones remitidas a los medios, De la Uz ha explicado que en A Coruña el comité expresó públicamente el rechazo a este acuerdo. Ahora, con la votación de la plantilla, que arrojó un resultado de 222 votos a favor, 36 en contra y 3 en blanco, «han sufrido una reprobación muy importante por parte de los trabajadores».
A su juicio, un comité «democrático» ha de «echarse a un lado» y dejar a otras personas que continúen con el proceso. «Que quede muy claro, no se puede confundir a nadie; una mayoría abrumadora de ambas plantas quieren que lleguemos a un acuerdo lo más pronto posible«, ha remarcado.
A vueltas con el acuerdo
La ofensiva de Gómez de la Uz se produce después de que el comité de A Coruña explicase que la votación no había alcanzado la unanimidad requerida por la empresa para cobrar las indemnizaciones, que conllevaría la renuncia de todas las demandas en cualquier ámbito judicial contra la multinacional.
Según el representante de los trabajadores en Avilés, el resultado de las votaciones deja «meridianamente claro» el mandato de los trabajadores para continuar con el proceso de llegar a un acuerdo con la administración concursal y Alcoa.
A partir de ahora, ha agregado, se desarrollará un proceso de firmas personales en el que «el resto de federaciones sindicales y actores presentes en los juicios pendientes» deberán hacer su trabajo. De la Uz afirma que el acuerdo respaldado por los trabajadores viene a darles la razón y satisfacerles económicamente «igual o mejor» que las demandas que se han interpuesto.
