Guerra entre el Concello de Pontevedra y el comité de Ence por el «robo» de pancartas contra el cierre
Una docena de empleados de Ence se ha concentrado frente a la sede del consistorio y han anunciado que presentarán denuncia contra el alcalde pontevedrés por un presunto delito de robo
Imagen de la protesta de una docena de trabajadores de Ence por el «robo» de pancartas reivindicativas por parte del alcalde de la ciudad, Miguel Anxo Fernández Lores
Nueva protesta de los trabajadores de Ence. Una docena de empleados de la pastera, entre los que se encontraban delegados de Comisiones Obreras, se han concentrado este lunes ante la sede del Concello de Pontevedra para denunciar el «robo» de varias pancartas reivindicativas.
El secretario de organización de la unión comarcal de Comisiones Obreras, Xosé Luis García Pedrosa, ha denunciado que el pasado 29 de diciembre fuesen retiradas por el ayuntamiento cuatro pancartas que este sindicato habían colocado el día anterior para expresar su rechazo a la «represión» del alcalde hacia los trabajadores de Ence.
«El alcalde de Pontevedra, mediante las personas que procedieron a retirarlas, está cometiendo un delito de robo, por lo que procederemos a presentar la correspondiente denuncia», ha expresado García Pedrosa. El sindicalista ha tachado esta actuación de «antidemocrática» y «contra la libertad de expresión» y ha añadido que las pancartas «son propiedad de Comisiones Obreras» y tienen un coste superior a 400 euros. Pedrosa ha asegurado que el alcalde, Miguel Anxo Fernández Lores, «tiene un comportamiento propio de un dictador que se considera por encima del bien y del mal, actuando como un auténtico sátrapa».
La respuesta del Concello
Por su parte, la portavoz del Gobierno local, Anabel Gulías, ha explicado que las pancartas fueron retiradas porque no contaban con el permiso correspondiente, no se había comunicado su colocación y, además, «estaban en pleno alumbrado navideño durante las fiestas».
«Imaginad que todo el mundo pusiera sus pancartas donde le diese la gana», ha argumentado. «Es como el mundo al revés, los infractores se convierten en los denunciantes», ha añadido Gulías.
