Guerra de auditoras: EiDF se echa en brazos de KPMG tras los informes críticos de Deloitte y PwC
Además de firmar un dictamen que exculpa a EiDF de posibles ilegalidades, KPMG se encarga de diseñar la nueva organización interna y el sistema de control financiero de la compañía tras la crisis que liquidó el 80% de su valor en bolsa
Tres de las cuatro big four han jugado un papel relevante en la crisis que se llevó por delante más del 80% del valor en bolsa de EiDF y, una de ellas, KPMG, se perfila también como pieza clave en el plan de Fernando Romero para intentar rearmar la compañía. El grupo gallego de renovables estuvo durante cuatro meses suspendido en bolsa por los líos contables que detectó PwC y que retrasaron la presentación de las cuentas anuales hasta el pasado 17 de agosto. Antes de desvelar los números, Deloitte realizó un informe forensic que, además de corroborar las debilidades que vio PwC, alertaba de posibles irregularidades en la actividad de EiDF, como facturas por trabajos no realizados o una presunta falsificación de documentos. Estos análisis, junto a la presión de la CNMV para que la compañía transparentara sus puntos más críticos, precedieron al derrumbe en bolsa y complican ahora la habitual financiación del grupo a través de emisiones de pagarés.
Romero, que controla más del 72% de las acciones, no se quedó de brazos cruzados y echó mano de KPMG, la firma que había contratado ya en 2021 para diseñar una nueva organización interna que se adecuara al fuerte crecimiento de la empresa gracias al auge del autoconsumo. Ahora, la consultora es el principal ariete de EiDF para contrarrestar las dudas generadas por las otras dos auditoras y para reflotar un proyecto que llegó a superar los 1.700 millones de capitalización en el BME Growth, más que empresas del IBEX como Meliá o Solaria.
Munición frente a Deloitte
Frente al escrutinio de Deloitte, la empresa de paneles fotovoltaicos esgrimió hace una semana el avance de un informe jurídico de KPMG Abogados que, según desveló, descarta que las conductas descritas en el forensic tengan «encaje en tipo penal alguno vigente» y que se produjeran «negocios jurídicos simulados ni de forma anómala desde el punto de vista contractual y mercantil». En un comunicado, EiDF aseguró que los trabajos para analizar el análisis, es decir, estudiar el informe forensic de Deloitte, continuarán avanzando hasta el dictamen definitivo.
Ese documento, que ya serviría como herramienta defensiva ante eventuales problemas legales, tendrá como complemento un análisis detallado de la deuda que también ha encargado a KPMG. Según las cuentas de la compañía, la deuda ajustada a corto plazo a cierre de ejercicio ascendía a 28,3 millones, y a 44,6 millones la deuda a largo plazo. Cabe señalar que 19,2 millones fueron reclasificados como deuda a largo plazo gracias al waiver acordado con Iberian Direct Lending Fund, lo que permitió a EiDF superar el fondo de maniobra negativo que presentaba a cierre de 2022 y que provocó que PwC pusiera en duda su viabilidad.
La revolución interna
KPMG también fue la firma seleccionada por el grupo pontevedrés para que le ayudar a digerir el éxito. EiDF le encargó en noviembre de 2021 «un trabajo de transformación profunda de la organización», según destaca en la presentación de llamado Proyecto Helios. «La primera área que ha finalizado su sistematización y control ha sido la de Obras», indicó la compañía el pasado agosto, añadiendo que ahora se está concluyendo la implantación de sistemas y métodos en el área logística y comenzando en el área de Compras. Además, también contrató a KPMG Asesores para preparar su salto al continuo y adaptar la gobernanza de la empresa a las exigencias del mercado.
La crisis amplió las tareas de la consultora. EiDF encargó al departamento de Advisory, Governance, Risk & Compliance de KPMG el diseño de los sistemas internos de control financiero tras los desbarajustes evidenciados por PwC y Deloitte. Este trabajo, que se contrató en julio, con las acciones de la compañía suspendidas, iría de la mano con la revolución en la cúpula como pilares del proceso de profesionalización de la gestión. Concretamente, la consultora se encargará de «la elaboración de una política SCIIF y de una matriz de alcance que permita identificar los procesos y riesgos más significativos»; de la documentación de los procesos SCIIF «a través de narrativas, flujogramas y matrices de riesgos y controles»; y de la formación en esta materia.
Además de combatir las conclusiones de Deloitte, confeccionar el mapa de deuda, diseñar los sistemas de control financiero y alumbrar una nueva organización interna, la otra tarea de KPMG para EiDF es la de asesorarla en la creación del departamento de auditoría interna, que debería crearse antes de finalizar el año.