Grupo Rodman vuelve a beneficios gracias a la venta de su fábrica de Portugal
Abada, el holding de Manuel Rodríguez que controla Rodman y Metalships, cierra 2021 con 3,5 millones de beneficios pero con un fuerte retroceso en el negocio de construcción naval
Grupo Rodman, la compañía de Vigo fundada por Manuel Rodríguez, ha vuelto a beneficios tras las pérdidas de 12,8 millones registradas en 2020, pero no por ello termina de reflotar el barco. La actividad de construcción naval y reparaciones de buques se desplomó incluso en comparación con el año del Covid, a lo que se suman los resultados negativos que encadena Metalships, que acumula más de 11 millones en números rojos en los dos últimos ejercicios. Aunque el balance mejoró respecto a 2020, fue la venta de una antigua fábrica en Portugal lo que permitió que el grupo volviera a cifras positivas.
El holding del fundador, Abada, terminó 2021 con un resultado de explotación de 1,6 millones y un beneficio consolidado de 3,5 millones. Ambas magnitudes están condicionadas por los ingresos extraordinarios de la enajenación de la filial portuguesa Rodman Lusitánia Construçao e Reparaçao Naval. Esta operación consistía en el traspaso de las instalaciones de la empresa gallega en el polígono de Gándara, en Valença do Minho, al grupo francés Beneteau, por un importe de casi 17,98 millones. La venta dejó un resultado positivo para Rodman de 9,6 millones, empujando las cuentas de la compañía gallega hacia las ganancias.
Los ingresos se desploman
Los males del ejercicio precedente, en buena parte causados por la crisis sanitaria, continuaron presentes el año pasado y se tradujeron en una fuerte caída de la facturación, problema que contribuirá a paliar el encargo de tres embarcaciones por parte del Ministerio de Defensa, dos lanchas y una patrullera, anunciadas este mismo año y que costarán más de 8 millones.
Por el momento, los ingresos de Abada, que tiene a dos hijos del fundador, Óscar y Silvia, en el consejo, cayeron hasta los 28,9 millones, frente a los 46,4 millones del ejercicio previo. La náutica de recreo ha sido el área de negocio con mejor evolución debido a la creciente demanda de embarcaciones de ocio. No solo consiguió duplicar la facturación, al situarla en 3,5 millones, sino que contaba con una cartera de pedidos de 9,5 millones, nueve veces superior a la del ejercicio previo.
Sin embargo, representa una parte pequeña de la facturación de Rodman. La división de náutica profesional, donde se engloban las conocidas patrulleras del grupo, cayó un 44%, hasta los 9,6 millones El área de buques de acero acabó con 8,7 millones de ingresos, prácticamente la mitad del año anterior, mientras que las reparaciones aportaron 5,4 millones, cuando en 2020 habían generado un negocio de más de 9 millones.
Las inversiones de Manolo Rodman
Al margen de la actividad naval, Abada también cuenta con inversiones financieras en “valores cotizados y no cotizados de diferentes entidades, así como en diversos fondos”. A diferencia del año del Covid, cuando sufrieron un deterioro de 3,8 millones, en el pasado ejercicio acumularon una revalorización conjunta del 11,34%, según las cuentas depositadas en el Registro Mercantil. La cartera de acciones de la compañía aportó un beneficio de 1,7 millones durante el ejercicio.
El grupo también contaba con la sicav Suevia, con un patrimonio a cierre de 2021 de 2,9 millones. En abril de este año la familia acordó en consejo de administración disolver y liquidar la sociedad a lo largo de este ejercicio, un camino que han seguido la mayor parte de fortunas gallegas tras el cerco a los mariachis emprendido por el Gobierno.
La plantilla media de Rodman se situó en los 225 trabajadores.