Greenpeace desmonta a Shein: “Es la empresa de moda más manipuladora”

Una investigación del grupo ecologista revela, además de los ‘trucos’ de la compañía para incrementar ventas, la presencia en sus prendas de sustancias químicas tóxicas que superan los límites establecidos por la UE

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Shein no levanta cabeza. A la investigación de Bloomberg publicada recientemente que acreditaba el uso de algodón procedente de trabajos forzosos, se suma ahora un informe de Greenpeace en el que expertos en marketing la califican como «la empresa más manipuladora de la historia», tras revelar las técnicas de la compañía para incrementar ventas. Además de ello, el estudio demuestra que la compañía «elabora algunas prendas con sustancias químicas tóxicas», peligrosas para la salud y el medio ambiente.

Según se recoge en el análisis del grupo ecologista, la compañía china que lidera el mercado de la moda ultra low cost «es uno de los mayores clientes de Google Trends». A través de «búsquedas en directo» consigue identificar las tendencias en alza en distintos países con el fin de predecir los colores, tejidos y estilos que tienen potencial de triunfar entre los consumidores. «Todo esto, aumenta la probabilidad de dar en el clavo, el 50% de sus productos tienen una gran demanda y solo el 10% tiene una popularidad relativamente menor».

Empresa “más manipuladora de la historia”

El uso de herramientas para identificar tendencias es una estrategia que muchas firmas, de distintos sectores, emplean para acercarse más a las preferencias actuales de los consumidores. Sin embargo, el informe de Greenpeace revela otras prácticas de la compañía china más «cuestionables». «Los expertos y expertas en marketing han nombrado a Shein la empresa de moda más manipuladora de la historia, una compañía con un uso excelente de los llamados patrones oscuros«, explica la investigación. 

Entre otros, se mencionan recursos «como anuncios ocultos, ofertas de duración limitada con cuenta atrás» o acciones para persuadir a la clientela a «comprar más de lo que necesita». Estas prácticas también se emplean en las aplicaciones para dispositivos móviles en la que se incluyen «minijuegos, ruletas de fortunas y sorteos, vales descuentos, ofertas gratuitas y puntos de fidelidad». El objetivo, según apuntan, es animar al usuario a utilizar la aplicación durante más tiempo, a seguir consultándola y, sobre todo, a realizar compras.

Estas técnicas, tal y como explica el documento, son una de las claves del éxito de la compañía que lidera Chris Xu «dado que los consumidores tienen entre dos y cuatro veces más probabilidades de realizar una acción específica en un entorno con patrones oscuros«.

Sustancias tóxicas en las prendas

Además de revelar estas «dudosas» prácticas de la multinacional, el informe de Greenpeace pone el foco en el coste medioambiental y para la salud de las personas que supone la actividad de la compañía.

En una investigación similar al realizado por Bloomberg, el grupo ecologista ha analizado la composición de varias prendas de la firma china adquiridas desde distintos países. En concreto, ha estudiado la composición de 42 productos textiles que la ONG compró en las páginas web de Shein en Austria, Alemania, Italia, España y Suiza; además de 5 artículos que adquirió en una tienda pop-up store (un establecimiento abierto durante un tiempo limitado) en Múnich.

El laboratorio independiente BUI se encargó de comprobar la composición química de los productos y descubrió en 7 de ellos cantidades de sustancias químicas peligrosas que superan los límites establecidos por el reglamento REACH de la Unión Europea. La presencia de estos componentes se vieron incrementados al 100% en 5 de estas prendas.

Los hallazgos del laboratorio, que incluyen niveles muy altos de ftalatos en los zapatos y formaldehído en el vestido infantil, «demuestran la actitud negligente de Shein respecto a los riesgos ambientales y la salud humana asociados con el uso de sustancias químicas peligrosas, cuando estos se entran en conflicto con su propio beneficio económico», según detallan desde la ONG.

Incumplimiento de las normas ambientales

Con todo ello, desde Greenpeace inciden en que la compañía «está violando las normas ambientales de la UE sobre productos químicos y poniendo en peligro la salud de las personas que consumen sus productos y que trabajan para producirlos».

«Los productos de Shein que contienen sustancias químicas peligrosas están inundando los mercados europeos y violando las normas que las autoridades no hacen cumplir. Pero son las trabajadoras de los proveedores de la marca, las personas de las comunidades aledañas a estas fábricas y el medio ambiente en China las que sufren las peores consecuencias del uso de estas sustancias químicas», asegura la responsable de biodiversidad en Greenpeace, Celia Ojeda.  

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