Greenpeace carga contra las subvenciones de A Coruña a Iberia o Vueling
La organización ecologista censura que se destinen más de diez millones de euros a subvencionar vuelos "no rentables" y con impacto contaminante
Greenpeace mueve ficha contra las subvenciones a vuelos “no rentables” en el aeropuerto de A Coruña. La organización ecologista ha censurado que se destinen más de 10 millones de euros a subvencionar este tipo de iniciativas las altas emisiones de dióxido de carbono (CO2) que suponen.
Esta es una de las conclusiones que Greenpeace ha sacado a la luz en su última investigación titulada Chanchullos en el aire: Análisis de las subvenciones de ayuntamientos y comunidades al sector aéreo. En el documento denuncia las ayudas que diversas administraciones han dado a las aerolíneas para mantener vuelos deficitarios.
En el caso de A Coruña, la organización critica que el Consorcio de Turismo y Congresos ha concedido desde 2019 más de 10 millones en subvenciones a aerolíneas como Volotea, Binter, Iberia o Vueling, a través de contratos de promoción turística y conectividad aérea. A estos contratos se suma una reciente adjudicación no incluida en el informe por un importe de 1,2 millones a EasyJet, para mantener vuelos desde Alvedro a tres ciudades europeas.
«Mediante contratos justificados como servicio de promoción del sector turístico local y su conectividad aérea se mantienen unas rutas que no serían rentables sin estas inyecciones adicionales de dinero público. Un contrato que se prolongará hasta el año 2024, a pesar de ser una práctica vigilada de cerca por entidades como el Tribunal de Cuentas Europeo, al suponer una perturbación de los principios de libre competencia», ha criticado Greenpeace.
En su informe, Greenpeace también cuestiona la justificación del turismo para otorgar dichas ayudas, «puesto que lejos de atraer visitantes extranjeros, los destinos de las líneas parecen sobre todo destinos vacacionales de la población propia».
Greenpeace ve localismo en estas subvenciones
«Una fórmula similar a la ya empleada por el Ayuntamiento de Vigo y la Diputación de Pontevedra para mantener vuelos en Peinador, o incluso por la propia Xunta de Galicia quien, junto con el Ayuntamiento de Santiago, subvencionaron vuelos en Lavacolla antes de la pandemia», ha añadido Greenpeace.
Es por ello que Greenpeace también lamenta que la planificación estratégica de la movilidad en Galicia desde el punto de vista aeroportuario es «exclusivamente local», ya que la comunidad cuenta con tres aeropuertos para 2,7 millones de habitantes. A ellos podría sumarse el aeródromo de Oporto, «que está absorbiendo una buena parte del tráfico aéreo que podría recibir Vigo».
«La sostenibilidad económica de los aeropuertos gallegos se encuentra comprometida desde el principio por esta carencia de estrategia global», indica la organización en el documento, que añade que existe una «especial rivalidad» entre Santiago y A Coruña por su proximidad.
Además, explica que los ayuntamientos de Vigo y Santiago han anunciado en algún momento su intención de cancelar las subvenciones, pero no lo han hecho.
«En plena emergencia climática vemos como la Xunta, las diputaciones y los ayuntamientos gallegos financian una actividad nociva para el medioambiente, como es la aviación. Unas ayudas que bajo la apariencia de contratos de promoción turística, tienen como finalidad real que las aerolíneas mantengan de forma artificial unos vuelos innecesarios. Por ello, exigimos a los ayuntamientos y diputaciones que detengan este tipo de ayudas y dediquen estos recursos a promover un modelo turístico compatible con la protección del clima y el entorno», ha indicado el responsable de la campaña de movilidad de Greenpeace, Adrián Fernández, quien ha recordado que el avión es el modo de transporte más contaminante.