Grandes grupos vascos de la eólica marina, candidatos a compartir Langosteira con Ferrovial y Cobra
Compañías especializadas en construcciones 'offshore' como Haizea son vistos desde el sector como potenciales aspirantes a instalarse en el Puerto Exterior de A Coruña, donde hasta nueve compañías han solicitado una concesión para plantas de componentes de eólica marina
El puerto exterior de A Coruña emerge como un polo industrial ligado a las nuevas energías impulsadas al calor de la descarbonización, del hidrógeno al amoniaco verde, y la incipiente tecnología de la eólica marina. A principios de mes, la Autoridad Portuaria de Martín Fernández Prado anunció que hasta nueve grandes grupos empresariales había solicitado espacio en Punta Langosteira para habilitar centros de fabricación de componentes offshore con destino, principalmente, el mercado del norte de Europa, más adelantado que el español, que aún no tiene ningún proyecto en marcha. Al margen de los anuncios ya hechos, en el sector miran hacia las grandes compañías vascas de fabricación de componentes, como Haizea o GIS.
Hasta el momento, la Autoridad Portuaria ha guardado un escrupuloso silencio sobre los nombres de los grupos interesados, indicando que las solicitudes se harían públicas vía Boletín Oficial del Estado (BOE). De estas, la única que de momento ha trascendido oficialmente es la de Ferrovial, el gigante de Rafael Del Pino, que pretende construir un hub en donde llevar a cabo procesos de construcción, montaje y transporte. Al margen, la compañía ha presentado ante el Ministerio para la Transición Ecológica dos proyectos iniciales para levantar sendos parques eólicos en el norte y sur de la comunidad que suman casi 1.000 megavatios (en el sector se espera que, una vez aprobados por los POEM que determinan el espacio marítimo compatible con esta tecnología, las subastas de potencia y espacios comiencen hacia final de año).
Amper, Cobra, Saitec…
Según La Voz, otra de las firmas interesadas en asentarse en Langosteira sería Amper a través de su filial Nervión Naval, que recientemente ha adquirido la antigua planta que Siemens Gamesa tenía en As Somozas (A Coruña), siendo su intención fabricar en ella componentes de eólica marina y velas rígidas para embarcaciones. Esta se complementará con una factoría de ensamblaje de estructuras para la industria de la eólica marina que promueve en este caso en el puerto exterior de Ferrol.
Al margen de estos nueve nuevos proyectos, con anterioridad, tanto Moncobra, dependiente de Cobra (ex ACS y ahora en manos del grupo francés Vinci) como la vasca Saitec (que desarrolla un prototipo de plataforma de eólica marina flotante en alianza con el gigante alemán RWE y propia Ferrovial) también solicitaron concesiones para levantar sendas plantas de prefabricación y montaje de plataformas flotantes para aerogeneradores.
Pedidos en el extranjero
A la espera de que el Boletín Oficial del Estado revele los nombres de todas las compañías interesadas en hacerse un hueco en Langosteira, fuentes del sector consultadas por este medio miran hacia los grandes grupos de fabricantes de componentes del País Vasco, como Haizea o GIS, al tener amplia cartera de pedidos en el extranjero.
Constituida en 2017, Haizea comenzó con una fábrica de torres eólicas en Argentina, aunque al año siguiente se lanzó a la producción de torres marinas en el puerto de Bilbao. El año pasado también inauguró una planta en Francia dedicada a la construcción de torres offshore.
En la actualidad cuenta con tres grandes unidades de negocio: la de las torres, las cimentaciones offshore y las grandes piezas de fundición para eólica. La compañía firmó recientemente un acuerdo con Scottish Power, empresa dependiente de Iberdrola, de más de 200 millones de euros, para la fabricación de 50 monopilotes desde sus instalaciones en el puerto bilbaíno. El año pasado alcanzó otra alianza con el gigante danés Ørsted. El grupo vasco tiene una cartera de pedidos de 1.500 millones de euros para los próximos cuatro años.
De origen vasco pero con sede en Madrid y negocio también en Galicia, otra de las grandes productoras de componentes en la actualidad para el negocio de la eólica marina es GRI Renewables Industries, fabricante de torres eólicas y bridas que, sin ir más lejos, acaba de crear una sociedad conjunta con la Agencia de Desarrollo Industrial (ARP) de Polonia para construir una fábrica de torres para energía eólica marina en el país, una iniciativa que conllevaría inversiones de unos 200 millones de euros. También en abril de este año, el grupo firmó un memorando de entendimiento con la portuguesa Lisnave, por el que cual pretenden instalar en Setúbal un polo de producción de equipamientos para parques eólicos marinos. La compañía tiene ya negocio en Galicia, en Ourense, con la filial GRI Towers, que planteó este año un ERTE debido a la reducción de pedidos de uno de sus principales clientes en la eólica terrestre, la danesa Vestas.
Fabricantes de componentes
Del perfil de los interesados en asentarse en Langosteira poco ha trascendido más allá de que «todos son grandes grupos que trabajan en España».
Si se analizan las grandes compañías españolas con negocio en la eólica marina fuera de España destaca Acciona, que también ha firmado un acuerdo con Ørsted para desarrollar de forma conjunta soluciones para la fabricación de cimentaciones a gran escala para los parques eólicos marinos.
Dentro de España, el Libro Blanco de la Eólica Marina, editado por la patronal eólica, destaca como grandes sociedades especializadas en la fabricación de componentes offshore, además de las anteriormente citadas, grupos como 3M, ABB, GES, Norvento, Siemens Gamesa, Vestas, Windar, Ormazabal, Norvento, Nordex o Navacel, entre otros.