Globalvia gana su primera batalla por el control de la AP-9
Un laudo arbitral da luz verde a Globalvía para hacerse con la participación de Sacyr tras el tumbar el derecho de tanteo al que se amparaba Corsair
El primer laudo sobre la venta de Itínere se salda con la primera victoria de Globalvía. El árbitro da la razón al gestor de infraestructuras y tumba las pretensiones de Corsair de hacer valer su derecho de tanteo para tomar el 15,5% de la participación de Sacyr que le daría la mayoría accionarial de la matriz de Audasa (la dueña de la AP-9).
El tribunal entiende que el pacto de accionistas al que se amparaba el fondo Corsair para romper el preacuerdo de venta de Sacyr a Globalvía y hacerse con la participación de la constructora en Itínere ha caducado y, por tanto, se invalidada la venta.
Así lo ha asegurado la compañía capitaneada por Juan Béjar, que recalca que el tribunal condena a Gateway-Corsair y Liberbank a pagar las costas del proceso, que ascienden a casi 400.000 euros.
Sacyr inclina la balanza
La posición de Sacyr es clave a la hora de decidir quién se convierte en el nuevo dueño de Itínere. Y es que Globalvía suma un 40,1% de las acciones del grupo tras hacerse con las participaciones de Abanca y Kutxabank, un 23,8% y un 16,3% respectivamente.
Por su parte, Corsair cuenta actualmente con un 38% del capital de la compañía y se agarra a su derecho de tanteo que le otorga el pacto de accionistas para hacerse con el otro 15,5% de las acciones de Itínere que le daría la mayoría accionarial.
La venta de Sacyr estaba acordada en el pacto de la constructora firmó en julio de 2018 junto a Kutxabank y Abanca en una operación con la que se acordaba la venta en bloque de su participación a Globalvía. El gestor de infraestructuras valoraba en 1.300 millones de euros la totalidad de Itínere y acordó que cualquiera de estas tres firmas que incumpliera el acuerdo debería abonarle una penalización de 100 millones de euros.
