Gas Natural tiene diez centrales a medio fuelle por la reforma de Zapatero
La compañía exige al actual Gobierno la compensación de 400 millones por la responsabilidad patrimonial derivada de la ley energética desde 2009
Gas Natural Fenosa ha visto como en los últimos años sus centrales térmicas de gas, también conocidas como ciclos combinados, reducían de golpe su actividad como consecuencia de la reforma energética llevada a cabo por el Gobierno de Zapatero, así como por la connivencia del Ejecutivo de Rajoy, que no ha frenado la sobrerretribución a las renovables.
Esa distorsión del mercado eléctrico, que la compañía achaca directamente a la incorrecta gestión de la política energética por parte del Ministerio de Industria, ha motivado la presentación de una demanda por responsabilidad patrimonial contra el Estado en la que reclama una indemnización de 400 millones de euros para compensar el impacto que ha generado en sus cuentas de resultados esta situación desde el año 2009.
En esa fecha, sus diez instalaciones de ciclo combinado, con una potencia instalada de 7.001 MW, producían 26.180 GWh, frente a los 14.494 que generaron en 2015. Una caída del 44,63% que no ha sido igual en todas sus plantas. Algunas todavía mantienen el tipo, mientras que en otras la actividad es prácticamente nula.
En caída libre
Como denuncia la eléctrica, al mismo tiempo que descendía el consumo, las renovables no paraban de incrementar la potencia instalada al calor de los incentivos de la reforma energética de Zapatero de 2005, lo que provocó que los ciclos combinados pasasen de representar el 34% del suministro energético nacional a menos del 10%.
Sin ir más lejos, en abril de este año, a pesar de que las centrales térmicas de gas tienen prácticamente la cuarta parte de la potencia instalada (24,9%), su producción apenas supuso el 5,6% del total, con un descenso interanual del 31,9%, según los datos de Red Eléctrica de España.
Sin margen de maniobra
Gas Natural Fenosa, que es la eléctrica que más potencia concentra en esta tecnología, no tiene pensado solicitar el cierre de ninguna de sus centrales aunque, al igual que Endesa e Iberdrola, ha presionado sin éxito al Gobierno para que desarrolle un plan de hibernación que les permita retomar la actividad de estas plantas una vez se recupere el consumo.