Gamesa y Vestas: de la euforia tras los cierres en Galicia al batacazo en los resultados

Siemens-Gamesa y Vestas, las dos empresas que decidieron cerrar sus fábricas de componentes eólicos en Galicia, sufren por el incremento de costes y las disrupciones en la cadena de suministro, que están castigando con dureza sus resultados. Gamesa, que echó el cierre en As Somozas en marzo del año pasado, perdió 403 millones en su primer trimestre fiscal, entre octubre y diciembre. Su valor en bolsa cayó un 40% desde su marcha de Galicia, que consumó poco después de alcanzar su máximo histórico en el parqué por las buenas perspectivas para el negocio renovable.

Vestas también alcanzó su techo en bolsa en el primer trimestre del año pasado, pero el cierre de la planta de Viveiro lo anunció después, en septiembre de 2021. Cotizaba entonces en torno a los 35 euros por acción y ahora lo hace a 22, una depreciación del 35% en tres meses. Las previsiones presentadas por la compañía danesa este viernes dan por hecho que los problemas continuarán a lo largo de 2022 y advertía que es imprescindible el aumento de precio de las turbinas eólicas para compensar la inflación.

El récord agridulce de Vestas

El fabricante danés prevé cerrar su último ejercicio con un récord de ingresos de 15.587 millones. La compañía lanzó en noviembre pasado un profit warning debido al aumento de los costes, se hundió en bolsa y revisó sus cifras a la baja. Entonces ya estimaba unos ingresos entre 15.500 millones y 16.500 millones. Apunta ahora que se quedarán en la parte baja de la horquilla.

Según comunicó este viernes al mercado, Vestas espera que el ebit antes de extraordinarios ascienda a 461 millones de euros, lo que equivale a un margen del 3% y a una abultada caída desde el beneficio operativo de 750 millones de 2020. El fabricante se queda en menos de la mitad de lo que preveía a comienzos de ejercicio, cuando estimaba márgenes entre el 6% y el 8%. De hecho, ni siquiera cumple con la revisión a la baja de noviembre, pues apuntaba entonces a un 4% de margen. «Esto refleja retrasos en la instalación de algunos proyectos en tierra, así como una mayor inflación de costos», señala el grupo.

«El entorno comercial mundial para la energía eólica sigue siendo volátil a corto plazo y próspero a largo plazo. Como comunicamos en la publicación de nuestros resultados para el tercer trimestre de 2021, esperamos que el futuro cercano y al menos 2022 se vean fuertemente afectados por la inflación, mientras que el surgimiento de una crisis energética causada por la geopolítica y la volatilidad de los combustibles fósiles también ha resultado en incrementos drásticos en los precios de la energía», insiste Vestas, que entiende que el incremento de precios de las turbinas eólicas «es una necesidad» en el actual contexto.

La compañía, que tiene una cartera de proyectos de 13,9 GW, prevé un ejercicio de 2022 plano en ingresos y márgenes, con una cifra de negocio entre 15.000 y 16.500 millones.

El trimestre para olvidar de Siemens-Gamesa

Los problemas de Siemens-Gamesa son todavía más acuciantes. De hecho, acaba de relevar a su consejero delegado, Andreas Nauen, debido a los malos resultados en el arranque de su ejercicio fiscal, cuando el fabricante perdió 403 millones de euros. La compañía ha cambiado dos veces de primer ejecutivo en año y medio.

Al igual que Vestas, a finales del año pasado advirtió que los cortes en la cadena de suministro afectarían a sus resultados, al igual que el incremento de costes en determinados desarrollos de eólica terrestre y del programa del nuevo aerogenerador 5X, que acumula retrasos. La mitad de los 400 millones en pérdidas del periodo se deben a estos factores.

En el caso de Gamesa, tampoco en el apartado de los ingresos resiste el envite. Se situaron en los 1.829 millones, un 20% por debajo del mismo periodo del ejercicio anterior.