Galicia lucha por su fábrica de baterías: un proyecto de 150 millones compatible con el catalán
Zona Franca, Ayuntamiento de Vigo y Diputación de Pontevedra presentan su proyecto de una fábrica de baterías apoyada por 20 empresas privadas
El Consorcio de la Zona Franca de Vigo, el ayuntamiento de la ciudad olívica y la Diputación de Pontevedra han presentado este martes el Manifiesto de Interés del proyecto para implantar en la comarca una fábrica de baterías para vehículos eléctricos, con el que pretenden captar fondos europeos de recuperación Next Generation. Los representantes de las tres entidades han insistido en que la planta es “compatible” con otros modelos similares que se candidatan desde Cataluña y desde Extremadura. Todo esto, un día después de que la Xunta de Galicia afease al Gobierno central que esté beneficiando al proyecto de Martorell antes incluso de que se haya abierto la convocatoria de ayudas al programa europeo de reconstrucción.
En el acto de presentación del proyecto, el delegado de la Zona Franca, David Regades, explicó que esta iniciativa “aglutina todo el apoyo público”, aunque precisó que ha sido impulsada por este organismo y por las administraciones local y provincial, estas dos lideradas por el PSOE, ante “la inacción” de la Xunta de Galicia, “que debería ser la que propulsase estos proyectos”.
El delegado de Zona Franca ha defendido la idoneidad del área viguesa para acoger esta iniciativa, por su «proximidad» a yacimientos de litio (como el portugués de Montealegre, cerca de la frontera con Oímbra, en Ourense), y por la cercanía a industrias constructoras y proveedoras del sector de automoción.
Abel Caballero, “padre” del proyecto
Regades, quien ha subrayado que el alcalde vigués, Abel Caballero, es el «padre» del proyecto, también ha recalcado que, aunque haya otras candidaturas de plantas de baterías, es «necesario y posible que haya más de un proyecto» en ese sentido.
En la misma línea, el regidor ha proclamado que esta iniciativa «no se hace contra nadie», y es «compatible» con otras propuestas «similares» en otros territorios (de hecho, el Gobierno ya avanzó que la primera planta de baterías eléctricas se instalaría cerca de Martorell, en Cataluña).
Caballero también ha hecho hincapié en que la «plataforma» que pretenden poner en marcha está abierta a que se sumen más empresas, y se ha referido «con preocupación» a quienes «no ofrecieron» crear esta iniciativa y ahora «generan debate político», en alusión al gobierno gallego.
150 millones y 300.000 baterías al año
Según señaló Regades, la previsión de inversión es de 151,7 millones de euros, y se espera que, en su fase inicial, la planta tenga capacidad para producir 2 gigavatios/hora, y pueda llegar a 16 GW/h, cuando esté a pleno rendimiento (y sea capaz de fabricar 300.000 baterías al año).
Asimismo, en cuanto a empleo, en sus comienzos contará con 100 empleos directos y 1.000 indirectos, y cuando se haya consolidado, el número de empleos directos superará los 800 y los indirectos serán unos 8.000.
Apoyo de más de 20 empresas
El proyecto incluye también un laboratorio de tecnologías de propulsión limpia, con una inversión prevista de unos 30 millones de euros, y en colaboración con el Centro Tecnológico de la Automoción de Galicia (CTAG).
La iniciativa impulsada por estas tres instituciones cuenta, como socios, con una veintena de empresas y organismos, entre otros, la Universidad de Vigo, Iberdrola, Cegasa, Grant Thornton, GKN Automotive, URO, Marsan, DeltaVigo, Castrosua o Seganosa.