Galicia acapara la mitad de la potencia de eólica marina proyectada en toda España

Galicia atraviesa un boom en toda regla de proyectos ligados a la eólica marina. Capital Energy, compañía madrileña que cuenta con implantación en la comunidad y que pretendía levantar una gran hidroeléctrica reversible en el lago de Meirama —un proyecto que fue rechazado por Augas de Galicia–, es la última firma en subirse al carro de la energía offshore en el territorio gallego.

Según revela el portal de trámites ambientales del Ministerio de Transición Ecológica, a través de la filial Capital Energy Offshore, la compañía tiene la intención de levantar frente a las costas de Pontevedra (por el momento no aporta más información sobre la localización) un parque eólico marino flotante, bajo la denominación de Volanteiro, de 510 megavatios de potencia.

Se trata del primer proyecto que, de forma pública, apuesta por desarrollar este tipo de infraestructuras en las Rías Baixas. No es, sin embargo, el único. Esta misma semana, Cinco Días adelantaba la intención de Ferrovial, el gigante de Rafael del Pino, de optar a la construcción de otro parque en las aguas pontevedresas de 495 MW de potencia. Este proyecto no figura todavía en la página de consulta pública del ministerio de Teresa Ribera, pero sí otro de la misma compañía y de igual potencia que se ubicaría, de salir adelante, en A Mariña lucense.

Galicia, cerca de los 5.000 MW

Los cerca de 1.500 MW que presentan estos tres nuevos proyectos se suman a los 3.200 MW que acumulan otras propuestas de eólica offshore presentadas con anterioridad ante el ministerio por Iberdrola, el consorcio BlueFloat y Sener y Cobra –recientemente vendida por ACS–.

La envergadura de los proyectos presentados evidencia la importancia de las aguas gallegas para los gigantes del sector. De hecho, teniendo en cuenta únicamente los planes presentados hasta el momento (fuentes empresariales consultadas por Economía Digital Galicia aseguran que hay muchos más que aún no han salido a la luz), solo la comunidad gallega acapara la mitad de la potencia eólica marina propuesta en toda España. Hay casi tantos megavatios proyectados en la comunidad como en Cataluña y Canarias juntas, las otras dos zonas, junto con Andalucía, de gran potencial offshore.

Iberdrola, Cobra y BlueFloat

Además de las propuestas de Capital Energy y de Ferrovial, en Galicia, Iberdrola pretende construir dos parques de eólica marina flotante de casi 500 MW cada uno: el de San Cibrao, entre Cabo Ortegal y Estaca de Bares, y el de San Bradán, entre Cedeira y Cariño.

BlueFloat y Sener presentaron ante el ministerio una propuesta inicial para desarrollar en las Rías Altas coruñesas el parque eólico marino Nordés. Aunque en la documentación publicada por el Gobierno se expone un proyecto de 1.200 MW, ambas compañías ya han indicado que su intención sería comenzar por una primera fase de 500 MW.

También Cobra propone la construcción de otro megaparque de 1.000 MW de potencia con 68 aerogeneradores y dos subestaciones offshore frente a Estaca de Bares.

Galicia sobrepasa a Cataluña y Canarias

La potencia de los parques de eólica marina planteados en Galicia sobrepasa, de lejos, la de las infraestructuras que, hasta la fecha, se plantean en otras comunidades. En Cataluña, BlueFloat, Cobra, Iberdrola y Saitec proponen distintas instalaciones que suman, en conjunto, 2.250 MW.

Canarias, por su parte, acumula muchos más proyectos en número, pero de capacidad menor. De hecho, se sabe que han presentado propuestas firmas como Acciona, Green Stone Renewable, EnerOcean, EDP, Baywa, Naturgy y la gallega Greenalia además de, como en Galicia, Cobra, Capital Energy e Iberdrola. Proyectos, en total, de unos 2.200 MW de potencia.

Un pastel mucho más pequeño

En cualquier caso, la acumulación de proyectos que planea sobre la comunidad gallega solo evidencia la importancia que supone esta localización para los promotores eólicos. Muchos de los proyectos se solapan en sus localizaciones por lo que no podrían desarrollarse tal y como están planteados. Además, se trata de propuestas iniciales, una suerte de declaración de intenciones, ya que el Gobierno ni siquiera ha aprobado de forma definitiva los POEM, los Planes de Ordenación del Espacio Marítimo, que determinarán las zonas de la costa en las que sí se pueden levantar parques (los proyectos se han diseñado en base a los borradores del ministerio de Teresa Ribera).

Su aprobación es necesaria para, posteriormente, desarrollar los concursos que determinarán el reparto final de megavatios y de espacios. Reprendido por Bruselas, el Ejecutivo central asegura que la regulación estará lista antes de que acabe el año.

Del mismo modo, es poco o nada probable que los parques gallegos logren, al menos en sus primeras fases, la extensión y las potencias planteadas inicialmente. La hoja de ruta marcada por el ministerio pretende alcanzar en el horizonte de 2030 una potencia instalada de entre 1 y 3 gigavatios. Solo los proyectos presentados hasta la fecha en Galicia ya rebasan con creces esa cifra.