Frenazo en San José: el coronavirus recorta su beneficio a la mitad
El grupo capitaneado por Jacinto Rey ganó 7,5 millones en el primer semestre y asegura que su diversificación le ha permitido atenuar el golpe del Covid-19
La crisis del coronavirus pasa factura al Grupo San José. La firma presidida por Jacinto Rey cerró el primer semestre del año con un beneficio neto de 7,45 millones de euros, lo que representa un descenso del 49,8% respecto al mismo periodo del año anterior como consecuencia del parón de actividad sufrido por la pandemia.
La compañía sí logró mantener sus ingresos, que sumaron 438 millones, pero vio cómo su beneficio bruto de explotación (ebitda) se contraía un 8,5%, hasta los 26,3 millones, tras descender su margen desde el 6,5% hasta el 6%.
Grupo San José se anotó descensos del 25% y el 20% en sus sectores de edificación y energía e industrial, al tiempo que sus actividades de construcción crecieron un 2,1% en un primer semestre en el que la compañía logró el 39% de sus ingresos totales de su actividad internacional, a pesar de que el negocio en el mercado doméstico creció un 14,6% en la primera mitad del año.
Aumenta su caja
Al cierre de junio, la compañía, que cuenta con una participación del 10% Operación Chamartín tras vender un paquete accionarial del 14,5% a Merlin Properties (dueña de Marineda City), presentaba una cartera de contratos pendientes de ejecutar por valor de 1.787 millones de euros. Un 70% corresponden a obras de construcción y el 33% del total, a proyectos internacionales.
En el plano financiero, San José presenta una situación de caja positiva en 146,2 millones de euros, que además arroja una mejora del 15,3% respecto a la existente a cierre de 2019. «La fortaleza patrimonial y financiera del grupo invita a ser moderadamente optimistas y a confiar en que los efectos que la crisis pudiera tener a corto y medio plazo sean igualmente limitados», asegura la firma, que considera que el impacto de la crisis por el coronavirus ha sido “limitado”, gracias «a la diversificación de negocio y geográfica», «reflejándose principalmente en una reducción de la actividad y márgenes respecto a los inicialmente previstos, y un ligero incremento de las provisiones y deterioros registrados».
