Francia marca el camino de la eólica marina: parques en 2030 a 22 kilómetros de la costa
A la espera de que el Gobierno apruebe los planes de ordenación del espacio marítimo y en plena polémica en Galicia por la afección a la pesca, el Ejecutivo galo anuncia el lanzamiento de dos grandes parques de 1.500 megavatios
En plena polémica en España en general y en Galicia en particular por los efectos que podría tener para el sector pesquero la implantación en las costas de parques eólicos marinos y pendientes de que el Gobierno apruebe los POEM, los proyectos de ordenación del espacio marítimo que determinarán las zonas en las que se podrán desarrollar estas infraestructuras, Francia da un paso adelante. El Gobierno galo anunció este lunes el lanzamiento de los dos primeros grandes parques offshore en el Mediterráneo, con una potencia instalada que totalizará 1,5 gigavatios.
Ambos parques estarán situados a 22 kilómetros de las costas y tendrán, cada uno, una potencia instalada inicial de 250 megavatios, si bien posteriormente ambos podrían llegar a los 500 en sendas ampliaciones, según indicó el Ejecutivo.
La puesta en marcha de los parques está prevista para 2030 y, según sus cálculos, cuando estén en funcionamiento a plena potencia permitirá cubrir el consumo eléctrico de 2,9 millones de personas.
Parques en el Mediterráneo
Uno de los dos parques estará situado frente a las costas de Narbona, en el sureste y no lejos de aguas españolas, mientras que el otro estará cerca del Golfo de Fos, en las proximidades de Marsella. Francia no tiene actualmente parques eólicos en el mar, aunque tiene un proyecto en marcha para el primero en las costas de Bretaña (noroeste).
Ya el pasado febrero, el presidente francés, Emmanuel Macron, indicó que la intención de su Ejecutivo es, de cara al horizonte 2050, construir unos 50 parques eólicos marinos con unos 40 GW.
España: 3.000 megavatios en 2030
A expensas de la aprobación de los POEM, el Gobierno de Pedro Sánchez ya ha aprobado dos documentos que sientan las bases para la implantación de estas infraestructuras: la Hoja de Ruta de la Eólica Marina y el PERTE de las energías renovables, que compromete financiación a fondo perdido para plataformas de ensayo, así como apoyo para proyectos pilotos y para costear la adaptación logística de las infraestructuras portuarias. En el caso español, en línea con las previsiones europeas, la intención es alcanzar en 2030 entre 1 y 3 gigavatios de eólica marina flotante, así como hasta 60 MW de otras energías del mar, como las de las olas o las mareas.
Aunque todavía no se puede hablar de proyectos en firme, debido a que ni siquiera están aprobados los POEM por parte del Ejecutivo, en estos momentos, Galicia cuenta con dos grandes planteamientos de eólica marina.
Proyectos en Galicia
En el golfo ártabro coruñés, la joint venture entre Bluefloat y Sener proyecta el parque eólico marino flotante Nordés. Los documentos iniciales publicados por el Ministerio para la Transición Ecológica hablan de un proyecto en dos fases: una primera que implicaría la colocación de 40 turbinas que alcanzarían los 500 MW de potencia y una segunda en la que se podrían alcanzar los 1.200 MW. También Iberdrola, el gigante de Ignacio Sánchez Galán, proyecta levantar, entre Ortegal y Cariño, otros dos grandes parques offshore, San Brandán y San Cibrao, de 490 MW cada uno.
En el sector se da por hecho que hay más proyectos en mente por parte de otras compañías para construir parques eólicos marinos frente a las costas gallegas, si bien aún no habrían comenzado los procesos de trámites previos ante el Ministerio de Transición Ecológica. Al fin y al cabo, los planteamientos iniciales podrían cambiar: primero porque aún no son oficiales las zonas del espacio marítimo que pueden albergar estos parques. Segundo porque, de inicio, la previsión de los de Teresa Ribera habla de 3.000 megavatios en 2030.
Manifiestos
De momento, el desarrollo de la eólica marina sigue levantando un gran debate. La pasada semana, la Asociación Empresarial Eólica (AEE) lanzó un manifiesto por el desarrollo del sector en España con más de 170 firmantes, que indican que la eólica offshore está llamada a convertirse en un sector estratégico para la recuperación económica.
Uno de los mayores puntos de fricción, en cualquier caso, está en la afectación del sector pesquero en sus caladeros. El de Galicia, Asturias y Cantabria ha lanzado el denominado Manifiesto de Burela en defensa del sector pesquero del Cantábrico-Noroeste en el que piden al Gobierno que ante la presentación de planes por promotores privados se haga una declaración pública de que no se admitirá ningún proyecto que afecte a los ecosistemas marinos o a la actividad pesquera.